El abuso adquiere diferentes presentaciones y, lamentablemente, consiste en una situación que afecta a una gran cantidad de personas en el mundo. No obstante, uno de los problemas más relevantes que presentan las víctimas de dichos eventos difíciles es la carencia de visibilidad y de apoyo por parte de la sociedad. El silencio que existe en torno a estas vivencias no solamente solidifica y alarga el sufrimiento a nivel individual de las víctimas, sino que, también, impide que exista una conciencia mayor a nivel público, así como unos índices de tratamiento y de investigación más altos.
La visibilidad de las víctimas ayuda a su recuperación
En primer lugar, resulta básica la visibilidad de las víctimas de abuso de cara a poder afrontar distintos elementos esenciales en la lucha contra esta situación de silencio e invalidación emocional. En primer lugar, el hecho de hablar abiertamente acerca de estas vicisitudes ayuda a diluir el estigma y la vergüenza que pueden llegar a acompañar el hecho de haber sufrido algún tipo de abuso. Por otro lado, una gran cantidad de personas se sienten segregadas o culpables por lo que han tenido que sufrir y, el poder darles la visibilidad que necesitan, las puede ayudar a que sientan que no están solas y que no son las culpables de aquello que les ocurrió.
Por otro lado, la visibilidad de dichas víctimas de abuso resulta primordial de cara a generar conciencia y brindar información al respecto para la sociedad. El hecho de compartir y escuchar sus historias, ayuda a que exista una mayor comprensión acerca de la naturaleza de dichas situaciones abusivas, así como de los impactos dañinos de dichas circunstancias en la vida de algunas personas.
En concreto, la concienciación puede contribuir a la hora de motivar a diferentes comunidades para que tomen medidas de tipo preventivo y para que ofrezcan un apoyo de tipología más comprensiva a las personas que han padecido algún abuso. Asimismo, el hecho de promover la concienciación en el ámbito público de dichas víctimas de abuso puede fomentar que otros supervivientes activen sus recursos para buscar ayuda y apoyo para trabajar sus problemáticas individuales.
Las redes sociales: vías para visibilizar a las víctimas
Una de las vías más utilizadas, en la actualidad, para difundir tales mensajes de personas supervivientes, por ejemplo, son las redes sociales mediante recursos como Facebook o Instagram. Dichos medios son empleados por millones de personas a diario con la finalidad de visibilizar sus experiencias y sus pensamientos. A la vez, estas plataformas son un útil recurso para que dichas víctimas tengan la posibilidad de obtener algún tipo de validación emocional por parte de la población que les sigue en dichas redes sociales. Asimismo, estas redes son vías que permiten que diferentes víctimas de abuso puedan llegar a conocer a varias personas, lo que podría enriquecer su red de contactos y su estado anímico.
Por otro lado, la vivencia de ver y escuchar a otras personas hablando acerca de sus experiencias de abuso, puede ser uno de los mayores incentivos para poder salir del silencio en el que, lamentablemente, se encuentran atrapadas muchas víctimas hoy en día. La visualización y la escucha de tales testimonios de superación por parte de personas supervivientes de distintos tipos de abuso, puede actuar a modo de propulsor que fomente tanto la valentía como la confianza en numerosas víctimas y, a su vez, les anime a dar los pasos necesarios para iniciar la búsqueda de ayuda para comenzar su proceso de trabajo de las situaciones abusivas, que les tocó experimentar a lo largo de su trayectoria vital.
Respeto y espacios seguros para las víctimas de abuso
Asimismo, resulta crucial trabajar la visibilidad de las personas que padecieron abuso con comprensión y empatía. El respeto por la confidencialidad y la integridad de cada persona que así lo solicite debe ser algo prioritario. De esta manera, resulta primordial proporcionar espacios que transmitan seguridad y recursos que se adhieran a las demandas de aquellos que piden compartir sus historias, a la vez que se debe evitar revictimizar o generar algún tipo de daño secundario en dichas personas.
En general, se puede afirmar que la visibilidad de las víctimas de abuso genera una cadena de efectos positivos a un nivel amplio de la sociedad. Dicha visibilidad puede fomentar la aparición de una empatía mayor por parte de la población y una mejor comprensión de las víctimas, que puede ayudar notablemente a numerosas personas de cara a luchar contra esta situación abrumadora y generadora de malestar psicológico a gran escala en el ámbito mundial.
La importancia de la validación emocional en las víctimas de abuso
Las secuelas vinculadas al hecho de haber sido víctima de abuso, ya sea a nivel emocional o físico, se extienden más allá de las heridas que resultan visibles. Las cicatrices psicológicas pueden llegar a resultar profundas y duraderas en el tiempo, además, pueden afectar a diferentes áreas de la vida en dichas víctimas. De esta manera, la validación emocional desarrolla un papel básico dentro del proceso tanto de sanación como de recuperación en las personas que han sufrido dichas experiencias traumáticas con componentes abusivos.
La validación emocional está asociada al hecho de legitimar y respetar las emociones, así como las vivencias de cada una de las víctimas de abuso. Además, es el acto de transmitir que sus sentimientos son adecuados y que resultan comprensibles ante la envergadura de los acontecimientos que les tocó experimentar, independientemente de cómo otras personas puedan llegar a percibir el relato de dichas víctimas. Esta validación resulta ser un componente esencial ya que las personas que padecieron algún abuso, a menudo, se pueden llegar a encontrar con la minimización o la invalidación de sus experiencias, lo que les puede generar un incremento de sus niveles de sufrimiento y, a su vez, dificultar su proceso de regeneración y de sanación.
Al acoger íntegramente, en un ambiente cálido y seguro, a las víctimas de abuso, se les ofrece un espacio óptimo para que puedan expresar sus sentimientos sin miedo a ser juzgadas o puestas en duda. Esta validación las ayuda a la hora de reconstruir su autoimagen y su autoestima, a la vez que se contribuye a que puedan recuperar la confianza en sus sensaciones y emociones a nivel personal, ya que son elementos que pueden estar muy perjudicados por haber padecido algún tipo de abuso a lo largo de su biografía.
La validación emocional genera una conexión más cercana con la sociedad
La validación emocional, también, es relevante a la hora de reparar la comunicación con la comunidad de la que se forma parte y en el establecimiento de relaciones saludables. En concreto, en el momento en el que las víctimas se sienten escuchadas y acogidas, se refuerza su capacidad a la hora de generar vínculos notables y estrechos con otras personas, lo que favorece el ámbito de su bienestar emocional y relacional.
Por lo tanto, se hace patente el importante papel que desarrollan la familia y los amigos a la hora de contribuir al bienestar de las víctimas de abuso a lo largo de su biografía, ya que constituyen una red de apoyo muy relevante para dichas personas que se encuentran en el proceso de sanar varias heridas invisibles.
Toda víctima de abuso merece ser validada
Por otro lado, resulta importante tener presente que la validación emocional no supone obligatoriamente que se esté de acuerdo con la totalidad de las percepciones o valoraciones que pueda llegar a realizar la víctima sino que, sobre todo, conlleva demostrar empatía y aceptación hacia sus sentimientos y sus sensaciones, en un contexto de seguridad. En general, consiste en un proceso que supone altas dosis de sensibilidad por parte del terapeuta, ya que debe focalizarse en la persona con calidez y autenticidad, a la vez que debe adaptarse a las necesidades propias del paciente.
De manera resumida, se debe tener presente que la validación emocional es un recurso fuerte de cara al apoyo de las víctimas que padecieron algún tipo de abuso, ya que suele constituir uno de los primeros pasos hacia su resurgimiento y hacia su felicidad. Al acoger y respetar sus testimonios, se les ofrece ayuda para caminar su propia senda hacia su recuperación, la regeneración de su autoestima y la creación de vínculos significativos con otras personas.
En Canvis nos ofrecemos para acompañarle en su proceso terapéutico…
En el Centro de Psicología Canvis somos conscientes de dicha problemática y, por este motivo, disponemos de psicólogos formados, con altas dosis de empatía y de respeto hacia la población afectada por algún tipo de abuso. Dichos psicólogos de Canvis tienen la capacidad de brindar el acompañamiento necesario a todas aquellas personas que hayan tenido que pasar por experiencias de abuso o de invalidación emocional y necesiten ayuda en el proceso de su recuperación.
Si usted está buscando algún psicólogo o psicóloga que le acompañe en un proceso terapéutico después de haber sufrido algún tipo de abuso, puede pedir cita libremente en el Centro de Psicología Canvis y le daremos hora para que pueda tener una primera visita informativa gratuita sin compromiso por su parte.
Bibliografía
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Ortega, N. (2019). Mariposas de cristal. Sar Alejandria Ediciones.
Licenciatura en Psicología (Universitat Oberta de Catalunya)
Máster en Terapias Psicológicas de Tercera Generación (Universidad Internacional de Valencia)
Máster en Psicología General Sanitaria (Universidad Isabel I)