Tratamiento de los trastornos del estado de ánimo

Las variables que incrementan el riesgo de sufrir algún trastorno del estado de ánimo se pueden clasificar en factores personales, sociales, cognitivos, familiares y genéticos. 

No es posible determinar su grado de influencia ni establecer diferencias entre los factores que influyen en el inicio y/o mantenimiento del trastorno.

Principales factores de riesgo para sufrir un trastorno del estado de ánimo:

• Antecedentes familiares: Las personas que tienen parientes con algún trastorno del ánimo son más propensas a desarrollarlos.
• Relaciones familiares: Las malas relaciones familiares previas a los trastornos del estado de ánimo tienden a mantenerse tras el diagnóstico y tratamiento del trastorno afectando a la tasa de mejoría, recaídas y la adaptación tras la recuperación del paciente.
• Comorbilidad: las enfermedades crónicas tanto físicas como mentales incrementan la posibilidad de sufrir algún trastorno del estado de ánimo.
• Sexo: el índice de población femenina con trastornos del estado de ánimo es mayor a la población masculina, y abarca un 25% aproximadamente de la población general.
• Edad: Los trastornos del estado de ánimo pueden comenzar en niños o ancianos, pero más del 50% de los casos lo hacen entre los 20 y los 50 años. La prevalencia del estado de ánimo negativo aumenta con la edad.
• Abuso de sustancias: el consumo de alcohol, tabaco y drogas aumenta la posibilidad de sufrir trastornos del estado de ánimo. 
• Sociales: red de apoyo social, situación económica y ocupacional, estrategias y habilidades personales de afrontamiento.
• Tipo de personalidad: Todas las personas con indiferencia de su tipo de personalidad pueden deprimirse. No obstante, algunos tipos de personalidad presentan un mayor riesgo de depresión como las personalidades dependientes, obsesivo-compulsivas.
• Factores psicosociales: el estrés que acompaña a ciertos episodios de nuestras vidas produce cambios a largo plazo que pueden producir variaciones en el funcionamiento cerebral haciendo a ciertas personas más vulnerables de sufrir episodios posteriores de trastornos del estado de ánimo.
• Aspectos bioquímicos: aunque es un aspecto en constante estudio, es probable que algunos trastornos del estado de ánimo se deban a la falta o exceso de ciertos neurotransmisores u hormonas. Algunos neurotransmisores implicados en el estado del ánimo son: la serotonina, noradrenalina y la dopamina.
• Factores neuroendocrinos. Las manifestaciones neurovegetativas observadas en los trastornos del ánimo pueden ligarse a los centros hipotalámicos que gobiernan la ingesta de alimentos, la libido y los ritmos circadianos.