En esta entrada del blog del Centro de Psicología Canvis vamos a abordar un concepto que a nuestro parecer está cobrando cada vez más importancia y hemos creído necesario dedicarle su espacio.

Nos referimos a la necesidad de satisfacción inmediata. Como expondremos más adelante, éste es un concepto inherente a la condición humana, más en los últimos años y debido al auge exponencial de los avances tecnológicos, podemos percibir que esta situación se ha incrementado en la actualidad.

¿No ha sentido nunca la necesidad de comprar alguna cosa y no esperar hasta que fuera la fecha indicada? O empezar a picar entre horas sin esperarse a la comida, visitar más de una vez seguida esa red social de tu preferencia a la espera de que haya nuevo contenido, mirar el móvil continuamente a la espera de un mensaje o como estas muchas situaciones más con las que nos podemos ver reflejados. Esa necesidad imperiosa de conseguir nuestros deseos y ver imposible o angustiante la espera.

Como comentábamos dos parágrafos atrás, decíamos que estos impulsos son parcialmente, parte de la condición humana, y es así, aún haber evolucionado cultural y socialmente no debemos olvidar que nuestro cerebro es el mismo que el de los primeros humanos, de hecho, hay estudios que se plantearon esta pregunta, si el cerebro humano había cambiado a lo largo de los años. Como estarás posiblemente pensando, el cerebro es un órgano blando y en la descomposición de los cuerpos no quedan restos que nos permitan estudiar y compararlos. Pero por ello apareció una rama de la neurociencia, apodada paleoneurología, que estudia el volumen del cerebro en la antigüedad. Los estudios que te comentábamos antes afirman que al menos en 30.000 años el volumen del cerebro humano no ha variado. Es decir, tenemos el mismo cerebro (o muy parecido) a los humanos que vivieron antes de las antiguas civilizaciones, la misma que los egipcios, los señores feudales en la edad media o un obrero de la revolución industrial.

Con esto queremos decir que nuestro cerebro en según qué aspectos ha variado poco y los instintos de supervivencia que teníamos antes de establecernos como sociedades jerarquizadas nos ha seguido acompañando en la actualidad. Con esto nos referimos a que está programado para suplir nuestras necesidades básicas, es decir, comer, descansar, relacionarse, etc. Saciarlas nos da placer y por el contrario reprimirlas causa sufrimiento. Nuestro cerebro está preparado para hacer sobrevivir a la especie y es por eso que en la medida que pueda intentará saciar estas necesidades de la forma que sea.

Además, el placer es un gran motor motivacional, sino el más importante ya que al sentir placer reforzamos una conducta o acción. Así se plantearon muchos de los modelos iniciales en la psicología sobre como propiciar conductas en los demás, un recurso que aún hoy en día se usa, como el premio y el castigo. El placer es el motor más potente que existe para hacer repetir una acción y a su vez al crear esta expectativa para volverlo a sentir acortas el tiempo de espera.

Por ello es importante señalar, que existe una base biológica claramente establecida detrás de todo lo que acabamos de explicar, la liberación de mediadores químicos/hormonas como la dopamina, serotonina, oxitocina y sobre todo las endorfinas, estas últimas denominadas como las hormonas de la felicidad, ya que tienen un efecto analgésico y generan una sensación de bienestar. Por este motivo, cada vez que sientas placer, y se liberen estas sustancias, querrás repetirlo lo antes posible.

Enlazando con lo que comentábamos de las necesidades básicas, hay una teoría, la pirámide del psicólogo Abraham Maslow, que es una concepción sobre la motivación y qué impulsa las conductas humanas. Él postula que las motivaciones humanas están ordenadas jerárquicamente en forma de una pirámide, empezando por abajo del todo en la base, estos son los que se intentan satisfacer primero y así hasta la cima. A medida que cada tramo de la pirámide está logrado, la persona puede pasar al siguiente. En orden de abajo arriba serian los deseos primarios o fisiológicos que hemos comentado antes, comer, descansar, sexo. Luego vendría el deseo de seguridad, ya sea física, tener un hogar, salud, una familia, etc. Seguidamente hay el sentimiento de filiación, relaciones con los demás, sentimiento de pertenencia (amistades, relaciones íntimas, cariño, afecto, …). Le seguiría el nivel del reconocimiento, con valores como el respeto y la confianza, el éxito, y para terminar con el vértice encontraríamos la autorrealización, ser consciente de uno mismo y ser conscientes de las opiniones de los demás, abarca también todo lo relacionado con la moralidad, la creatividad, etc.

¿Porqué es importante este concepto?, para ser conscientes de que nos motiva a cada uno y en que nivel de la pirámide se encuentra cada uno. Huelga decir que por mucho que nos podemos encontrar en el nivel más alto eso no quiere decir que en algún punto alguna necesidad nuestra quede descubierta y cambiemos de nivel. No es una idea fija que solo podamos ir hacia arriba ya que se adapta a nosotros y las diferentes situaciones.

Otro concepto que nos parece interesante explicar en este blog es la idea de la modernidad líquida acuñada por el sociólogo Zygmun Bauman. El hacia uso de este término para relatar la realidad en la que nos encontramos, con una sociedad cada vez menos estable e incierta, y en donde el tiempo se está convirtiendo en moneda de cambio debido a esa inseguridad. Él en su libro alude a una parábola de Rousseau que explica que si una partida de cazadores puede acechar un reno (animal difícil de cazar, pero que les dará carne para mucho tiempo) o un par de conejos (animal más fácil de cazar, pero del que se extrae menos alimento), el hombre acostumbra a escoger la segunda opción, porque consiguen la comida más rápido, aunque les vaya a durar menos tiempo.

Estas metáforas se han adaptado a tiempos modernos y sigue siendo lo mismo, en este caso se plantea que, si te ofrecen 150 euros ahora mismo o 200 dentro de un mes, la mayoría de las personas escogería la primera opción pese que esperándose un mes recibirían 50 euros más. Zygmun expresa que la forma de escoger hoy en día es conseguir la gratificación más inmediata intentando evitar las consecuencias y responsabilidades de su elección, no dándose cuenta que lo que acaban haciendo es condenar de esta manera sus elecciones en el futuro.

Vivimos en un momento de la historia donde el tiempo es considerado un bien limitado y el futuro es incierto es por eso que las personas intentan evitar el comprometerse y que las cosas duren un tiempo prolongado es visto algunas veces como malo, no por ello la gente cambia el móvil cada 2-4 años, se compra ropa habitualmente o otras conductas parecidas y lo mismo se puede decir de las relaciones con los demás, cuesta más vincularse con los otros y crear relaciones estables en todos los niveles.

Otro psicólogo que trabajó con este tema, la satisfacción y la fuerza de voluntad para esperar ante alguna cosa placentera fue Walter Mischel, él hizo una investigación para probar en niños su fuerza de voluntad. Los niños se encontraban en una habitación tenían una mesa delante y en ella el investigador dejaba una golosina de su agrado, entonces les decía que él marcharía de la habitación durante 15 minutos y si ellos eran capaces de no comerse el dulce entonces serian recompensados con otro dulce aparte del que tenían delante.

Los resultados fueron heterogéneos, pero sirvió para empezar a trazar los inicios del concepto de gratificación retardada o atrasada, este sería la antítesis de la satisfacción inmediata. A día de hoy se sigue estudiando este hecho y se ha realizado desde distintos enfoques, el llamado autocontrol, paciencia, o también llamado control de impulsos visto desde la rama psicoanalista.

La impulsividad que respondería a la falta de control de estos deseos de satisfacción puede ser en algunas ocasiones parte de la sintomatología de algún trastorno psicológico, vea ser el TDAH, el TOC, ansiedad, o algún trastorno de la personalidad, entre otros.

No por ello quiere decir que tener poco autocontrol sea una cualidad no modificable. En las distintas investigaciones se han observado distintas formas de abordarlo y desde las distintas ramas de la psicología se han desarrollado diversas formas para trabajar el autocontrol.

Una de las formas os la comentamos a continuación, es el uso de técnicas de distracción, apartar de la mente la imagen de esa tentación que podamos tener, pensar en otra cosa o pensar en ello, pero de una manera objetiva y racional. Es decir, si estamos pensando, como los niños del experimento, que tenemos delante alguna comida que nos gusta mucho, no pensaremos en su olor, sabor, etc., estas son las llamadas cualidades “cálidas”, (las que se relacionan con los 5 sentidos) por el contrario si usamos las cualidades “frías” (forma, color, cantidad) es más probable resistir a los impulsos.

Para finalizar esta entrada del blog de Canvis comentar y recordad que esta dificultad para controlar nuestros impulsos existe desde hace mucho tiempo, existen técnicas y terapias para trabajarlo, pero en los últimos años ha aparecido un nuevo factor que juega en contra a este autocontrol y estimula la satisfacción inmediata. Hablamos de las nuevas tecnologías, la mensajería instantánea y las redes sociales. Es un factor a tener muy en cuenta, esta al alcance de todos y ya están programadas precisamente para incentivar esta necesidad de satisfacer tus impulsos lo más rápido posible. Es un factor a tener en cuenta y con el que cada vez tendremos que trabajar más.

 

Bibliografía:

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