El sadomasoquismo, entendido como la práctica consentida y consensuada de actividades sexuales que involucran el uso de dolor, humillación o servidumbre, ha sido objeto de un interés considerable en la psicología, tanto en el ámbito académico como en el clínico. Este fenómeno, que puede incluir desde prácticas relativamente suaves hasta actividades más extremas, es comúnmente abordado desde diversas perspectivas teóricas en las que profundizaremos con este artículo.

Origen del sadomasoquismo

Richard von Krafft-Ebing, un reconocido psiquiatra del siglo XIX abordó el sadomasoquismo como una tendencia básica y natural. Aunque no fue el primero en prestar interés a este tipo de conductas relacionadas con la sexualidad, fue quien acuñó los términos de “sadismo” y “masoquismo”. Así pues, propuso el término “sadismo” por el Marqués de Sade y el término “masoquismo” por Leopold von Sacher-Masoch y relacionó el sadismo con una conducta más próxima a los hombres y al masoquismo como una tendencia más propia de mujeres. En su obra Psychopathia Sexualis, Richard von Krafft-Ebing consideraba el sadismo y el masoquismo como fenómenos distintos, sin conexión entre ellos y derivados de diferentes lógicas sexuales y eróticas.

Sin embargo, Sigmund Freud, en Tres ensayossobre teoría sexual, observó que sadismo y masoquismo a menudo coexistían en el mismo individuo, lo que lo llevó a combinar los términos dando lugar al concepto de “sadomasoquismo”. Así pues, Freud atribuyó la tendencia a infligir y recibir dolor durante el acto sexual a un desarrollo psicosexual detenido o desordenado y no prestó mucha atención al sadomasoquismo en las mujeres, posiblemente porque se creía que el sadismo era más común en los hombres, o que el masoquismo era una inclinación natural y normal en las mujeres.

Más tarde, ya en el siglo XX, el filósofo Gilles Deleuze, en su ensayo Coldness and Cruelty, desafió las perspectiva de Freud, afirmando que el sadomasoquismo es un término artificial y que el sadismo y el masoquismo son fenómenos separados y distintos.

Sadismo y Masoquismo: Dos Caras de una Misma Moneda

El sadismo y el masoquismo son dos conceptos que, aunque a menudo se mencionan juntos, tienen características y orígenes psicológicos distintos. Estos comportamientos han sido estudiados extensamente en la psicología y psicoanálisis, proporcionando una comprensión más profunda de sus diferencias y similitudes.

Entonces, ¿qué es el Sadismo?

El sadismo se refiere a la obtención de placer sexual o emocional a través del sufrimiento infligido a otra persona. Como hemos mencionado, este término proviene de las obras del marqués de Sade, conocido por sus escritos que detallaban actos de crueldad extrema y violencia sexual. En el ámbito psicológico, el sadismo puede ser visto como una manifestación del deseo de poder y control sobre otros. Sigmund Freud, en sus estudios sobre la teoría sexual, interpretó el sadismo como una distorsión del componente agresivo del instinto sexual masculino. Según Freud, esta agresividad se desvía hacia la búsqueda del placer a través del dominio y el sufrimiento ajeno.

Y ¿el Masoquismo?

El masoquismo, en cambio, se refiere a la obtención de placer a partir del propio sufrimiento o humillación. Tal y como se apuntaba en el apartado anterior, este término deriva del nombre de Leopold von Sacher-Masoch, un autor que describió detalladamente sus propias experiencias de placer a través del dolor y la sumisión. Freud entendió el masoquismo como una forma de sadismo dirigido contra uno mismo, considerando esta tendencia como una «aberración» más severa. Para los masoquistas, el dolor físico o emocional puede convertirse en una fuente de liberación o catarsis, permitiéndoles explorar aspectos profundos de su identidad y deseos.

Por tanto, a pesar de sus diferencias, dado que el sadismo y el masoquismo están vinculados a la dinámica de poder y control en las relaciones interpersonales y que según la concepción de Freud, era habitual la coexistencia de ambos en un mismo individuo, surgió el término “sadomasoquismo”. Sin embargo, cabe tener en cuenta que, en ocasiones, la persona solo se muestra con uno de los roles. En este caso, el sadista busca ejercer control y experimentar la dominación, mientras que el masoquista encuentra satisfacción en la entrega y la sumisión, creando relaciones con roles complementarios.

Entendiendo el sadomasoquismo

La comprensión de este fenómeno desde diferentes perspectivas psicológicas, hace que el sadomasoquismo pueda ser entendido a través de varias teorías relacionadas con la motivación, la personalidad y la dinámica de poder.

Teorías de la Personalidad

Algunas teorías sugieren que las inclinaciones hacia el sadomasoquismo pueden estar relacionadas con ciertos rasgos de personalidad. Por ejemplo, el modelo de los cinco grandes rasgos de personalidad (Big Five) ha sido utilizado para explorar cómo los diferentes aspectos de la personalidad pueden influir en las preferencias sexuales. En este contexto, individuos con altos niveles de apertura a la experiencia podrían estar más dispuestos a explorar prácticas sadomasoquistas debido a su deseo de experimentar nuevas sensaciones y su curiosidad por lo inusual y lo extremo.

Teoría del Aprendizaje Social

La teoría del aprendizaje social, propuesta por Albert Bandura, sostiene que los comportamientos se aprenden a través de la observación e imitación de otros, así como mediante el refuerzo. En el caso del sadomasoquismo, es posible que las personas adquieran estas prácticas observando conductas similares en medios de comunicación, literatura erótica o incluso en la pornografía. El refuerzo positivo que se obtiene a través del placer sexual y la intimidad emocional en el contexto de estas prácticas puede consolidar la preferencia por ellas o incluirlas como prácticas habituales en los comportamientos sexuales.

Dinámica de Poder y Control

Otra explicación psicológica se centra en la dinámica de poder y control. En este sentido, las personas pueden participar en prácticas sadomasoquistas como una forma de explorar y negociar el poder dentro de la relación. Para algunos, asumir el rol dominante puede ser una manera de afirmar su control y autoridad, mientras que para otros, adoptar el rol sumiso puede ser una forma de liberar la presión de tomar decisiones y confiar en su pareja. Estas dinámicas pueden fortalecer la relación al proporcionar una estructura clara y una comunicación efectiva sobre límites y deseos.

Perspectiva psicoanalítica

Por otro lado, la perspectiva psicoanalítica ofrece una visión más profunda y compleja del sadomasoquismo, vinculándolo con procesos inconscientes así como con la historia temprana del individuo.

Además de lo comentado, Freud planteó que todos los seres humanos tienen una pulsión de muerte (Thanatos) y una pulsión de vida (Eros). En este sentido, el sadomasoquismo se explicaría como una manifestación de la interacción entre estas dos fuerzas. Según Freud, el placer obtenido del dolor (masoquismo) puede ser una forma de revivir experiencias tempranas de castigo o desaprobación, mientras que el placer de infligir dolor (sadismo) puede reflejar una identificación con el agresor.

Teoría de las Relaciones Objetales

Melanie Klein y otros teóricos de las relaciones objetales han ampliado la comprensión del sadomasoquismo al enfocarse en las primeras relaciones del niño con sus cuidadores. Desde esta perspectiva, las personas pueden desarrollar tendencias sadomasoquistas como una forma de manejar ansiedades profundas relacionadas con la separación, la pérdida y la ambivalencia hacia figuras de apego. Por ejemplo, un individuo que ha experimentado un apego inseguro podría encontrar en el sadomasoquismo una manera de recrear y controlar estas experiencias de dependencia y dolor emocional.

Desarrollo del Superyó

Otra contribución significativa de la teoría psicoanalítica es la noción del superyó y su influencia en el sadomasoquismo. El superyó, o la parte de la psique que internaliza las normas y prohibiciones sociales, puede desempeñar un papel crucial en el desarrollo de estas prácticas. Las personas con un superyó particularmente severo o punitivo pueden encontrar en el masoquismo una forma de auto-castigo y expiación, mientras que el sadismo puede ser una manera de externalizar su agresión y conflictos internos.

El sadomasoquismo en las relaciones de pareja

La perspectiva relacional considera el sadomasoquismo como un fenómeno que emerge y se desarrolla en el contexto de la relación de pareja. Este enfoque pone énfasis en la interacción y la negociación entre los individuos y cómo estas prácticas pueden servir para fortalecer la relación y la conexión emocional.

Comunicación y Consenso

Una característica distintiva del sadomasoquismo relacional es el alto nivel de comunicación y consenso entre los participantes. La negociación de límites, la creación de palabras de seguridad y la discusión abierta sobre deseos y necesidades son componentes esenciales de estas prácticas. Esto no solo garantiza la seguridad y el bienestar de los involucrados, sino que también puede profundizar la intimidad emocional al fomentar una comunicación honesta y vulnerable.

Teoría del Apego

La teoría del apego, desarrollada por John Bowlby, también ofrece una perspectiva útil para entender el sadomasoquismo en las relaciones. Según esta teoría, las personas buscan seguridad y conexión emocional en sus relaciones. En el contexto del sadomasoquismo, estas prácticas pueden proporcionar una forma única de apego, donde el dolor y la dominación se convierten en medios para experimentar y fortalecer la vinculación emocional. La confianza y la dependencia mutua necesarias para estas prácticas pueden reforzar la sensación de seguridad y unión en la pareja.

Fortalecimiento de la Relación

Desde una perspectiva relacional, el sadomasoquismo puede ser visto como una herramienta para fortalecer la relación. Las actividades sadomasoquistas pueden servir como rituales que reafirman el compromiso y la dedicación entre los miembros de la pareja. Estos rituales pueden proporcionar una estructura y una previsibilidad que contribuyen a la estabilidad y la satisfacción en la relación.

Hipótesis sobre las Causas del Sadomasoquismo en las Relaciones de Pareja

Las causas del sadomasoquismo en las relaciones de pareja son multifacéticas y pueden variar significativamente entre individuos. Sin embargo, algunas hipótesis generales pueden ser planteadas para comprender este fenómeno.

Satisfacción de Necesidades Psicológicas

Esta hipótesis plantea que el sadomasoquismo satisface diversas necesidades psicológicas, tales como el deseo de control, la exploración de la identidad y la gestión de la ansiedad. Para algunas personas, estas prácticas pueden proporcionar una forma de escapismo y liberación emocional, permitiéndoles explorar aspectos de sí mismos que no se expresan en la vida cotidiana.

Reafirmación del Vínculo de Apego

Otra hipótesis sugiere que el sadomasoquismo puede ser una forma de reafirmar y fortalecer el vínculo de apego en la pareja. La confianza y la comunicación necesarias para estas prácticas pueden profundizar la intimidad y el compromiso emocional, ofreciendo a los individuos una manera de experimentar una conexión más intensa y significativa.

Procesamiento de Experiencias Pasadas

Desde esta hipótesis, cercana a la perspectiva psicoanalítica, el sadomasoquismo puede ser entendido como una forma de procesar y reenactuar experiencias pasadas. Las personas que han experimentado traumas o relaciones disfuncionales en su infancia pueden encontrar en estas prácticas una forma de abordar y resolver conflictos internos, utilizando el dolor y la dominación como mecanismos para explorar y reconciliar sus emociones.

Exploración de Dinámicas de Poder

Finalmente, el sadomasoquismo puede ser visto como una exploración de las dinámicas de poder dentro de la relación. Las personas pueden utilizar estas prácticas para negociar y redefinir sus roles y posiciones dentro de la pareja, creando un espacio donde las dinámicas de control y sumisión pueden ser exploradas de manera segura y consensuada.

Concepción actual

La comprensión contemporánea del sadismo y el masoquismo ha evolucionado más allá de las teorías de Freud y otros pioneros. Hoy en día, muchos psicólogos y sexólogos consideran que estas prácticas, cuando se realizan de manera consensuada, pueden ser formas saludables de explorar la sexualidad y la identidad personal.

Tanto las prácticas propias del sadismo como del masoquismo pueden ser expresiones de deseos y fantasías pero deben negociarse y acordarse entre adultos, de forma consensuada y responsable. En este sentido, la comunicación abierta y la confianza son fundamentales para asegurar que estas prácticas se realicen de manera segura y respetuosa.

Por último, destacar que el sadismo y el masoquismo siguen siendo temas fascinantes y complejos dentro del campo de la psicología. Al explorar estas prácticas con una mente abierta y una comprensión de sus raíces y manifestaciones, podemos apreciar mejor la diversidad de la experiencia humana y la profundidad de nuestras motivaciones psicológicas. En última instancia, lo más importante es reconocer y respetar los límites y deseos de todos los involucrados, asegurando que cualquier exploración de estos comportamientos se realice de manera consensuada y segura.

Referencias

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