En los últimos años, el número de personas que muestran diferentes formas de “trastornos de la conducta alimentaria altamente sensibles” se ha incrementado. Entre ellos, se encuentra la Ortorexia Nerviosa, un trastorno relativamente nuevo que se caracteriza por una obsesión por la alimentación “sana y limpia” con el fin de lograr el mayor grado de salud posible. La restricción se da sobre aquellos alimentos que contienen cualquier sustancia no natural o grasa, aditivos, conservantes y/o colorantes y se preocupan en exceso por las técnicas y materiales empleados en la elaboración de los alimentos. El término ortorexia proviene del latín “orthos”, que significa preciso, recto, correcto, y “orexsis”, que significa hambre. Este término se utiliza para definir a la “obsesión de la nutrición sana y adecuada”. Aunque es un cuadro que no se ha reconocido como trastorno de alimentación oficialmente y no aparece como entidad propia en los manuales de diagnóstico de los trastornos mentales.
La sociedad actual exige un cuerpo y un estado de salud ideal lo que conlleva que muchas personas lleguen a rozar el límite de lo saludable sobre todo en cuanto a la dieta y al ejercicio físico. Se ha visto una evolución en cuanto a la alimentación pasando de dietas altamente restrictivas centradas en la cantidad a dietas donde lo que prevalece es la calidad del alimento que comemos. En este cambio de molde en cuanto a la alimentación es en el que se presenta la ortorexia.
Síntomas característicos de la ortorexia:
- Necesidad de dedicar más de 3 horas al día a pensar en una dieta sana.
- Pensamientos obsesivos por la calidad y tipo de los alimentos más saludables y disminución del placer al consumirlos.
- Alteración de la imagen corporal.
- Afectación en la calidad de vida (tanto social, laboral o familiar), pérdida de intereses focalizando exclusivamente en la alimentación.
- Sentimiento de culpa cuando no se cumplen con las creencias dietéticas.
- Planificación excesiva de lo que ingerir al día siguiente que conlleva una dieta estricta y desequilibrada.
- Rituales alimenticios relacionados con la preparación de la comida.
- Miedo irracional a los efectos de determinados alimentos.
Consecuencias para la salud:
Las consecuencias de la ortorexia nerviosa implican malnutrición, sobre todo de carácter energético-proteico e inmunológico. Este trastorno puede englobar un amplio rango de problemas de salud, que influyen tanto en el aspecto físico como psicológico. Desde un punto de vista físico, puede aparecer un exceso o defecto de vitaminas, escasez de calcio, hierro o presencia de excesivas cantidades de suplementos nutricionales que no pueden ser absorbidos por el organismo. Otras consecuencias que pueden generar estos trastornos son los problemas cardiovasculares, siendo frecuente la hipotensión. Además, al prescindir del azúcar en la mayoría de las comidas, se produce inestabilidad, palpitaciones, nerviosismo y ansiedad. Algunas de las enfermedades asociadas a este aspecto son: la desnutrición, anemia, hipervitaminosis o hipovitaminosis en su defecto, osteoporosis. Por último, desde un punto de vista psicológico, las conductas obsesivas hacen que estas personas tiendan al aislamiento y pierdan parte de su red de apoyo. También, cuando no pueden cumplir con las dietas interiorizadas y planificadas, lidian con el sentimiento de culpa y se vuelven menos tolerantes a las críticas. Algunas enfermedades asociadas son: la depresión, la ansiedad, los trastornos obsesivo-compulsivos y la hipocondría.
Diferencia con otros Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA):
En la práctica clínica se debe diferenciar la ortorexia del:
- Comer selectivo/exigente: Síndrome descrito como trastorno alimentario del lactante y del pre-escolar. Es común en niños con peso normal que comen alimentos muy limitados presentando déficit de nutrientes y mostrando falta de voluntad para probar nuevos y practicando patrones alimentarios aberrantes. Pueden llegar rechazar alimentos de una textura, consistencia, color u olor determinados, conducta que puede arrastrarse hasta el segundo y sexto año de vida, que puede verse reducida gradualmente, y no todos los casos llegarán a la adultez. No tiene por qué darse un bajo peso ni deficiencias nutricionales necesariamente. En adultos se da un deterioro de la calidad de vida y puede llegar a parecer ansiedad social en relación con la ingesta de alimentos.
- Trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta alimentaria: Existe evitación o falta de interés por comer o alimentarse debido a las características de los alimentos (ej. color, textura, olor, etc.), con preocupación sobre las consecuencias de la acción de comer. Conlleva un incumplimiento de las necesidades nutritivas y pérdida de peso relevante con interferencia en el funcionamiento psicosocial para participar en la vida cotidiana debido a la vergüenza, la ansiedad o sus consecuencias.
- Trastornos del espectro psicótico: Pacientes con esquizofrenia, trastorno delirante, u otros cuadros psicóticos, pueden llegar a presentar comportamientos como evitación de ciertos alimentos debido a creencias delirantes (por ej: preocupación por las consecuencias negativas de ingerirlos).
- Alergia alimentaria/Intolerancia alimentaria: Respuesta inmunológica adversa a una proteína alimentaria específica que provoca molestias gastrointestinales inespecíficas, fatiga, malestar general y migrañas.
¿Quién tiene mayor riesgo de sufrir ortorexia nerviosa?
Desde hace unos años, la sociedad occidental se ha preocupado en exceso por la alimentación y la salud llegando incluso a obsesionarse con un prototipo ideal. La información que nos bombardea por diferentes vías telemáticas anuncia nuevos hallazgos acerca de muchos alimentos catalogados de altamente peligrosos como, por ejemplo, las grasas trans o saturadas, así como azúcares refinados entre otros. La obesidad está catalogada de pandemia de tipo no infeccioso a nivel mundial por la OMS, incitando a la población a dietas muy restrictivas. Cualquier persona puede estar expuesta a la ortorexia, pero se han detectado grupos de población mayor probabilidad de padecerla:
- Perfil de personalidad muy exigente y perfeccionista. Que tienden a la planificación y control excesivo sobre su vida y sus actividades cotidianas (tal y como ocurre con los trastornos de conducta alimentaria: anorexia y bulimia).
- Las personas deportistas forman otro grupo importante de riesgo debido a que cuidan y miden especialmente su alimentación.
- Personas con antecedentes de otros trastornos alimentarios (por ejemplo: anorexia nerviosa) que, tras un tiempo de recuperación, adquieren patrones de alimentación centrados en alimentos de origen natural, probiótico, cultivados ecológicamente, sin grasa o sin sustancias químicas que puedan dañar su propio organismo.
- Por último, tienen mayor predisposición de padecer ortorexia mujeres (sobre todo jóvenes) con niveles altos de preocupación y cuidado por su imagen corporal.
Tratamiento para la Ortorexia:
El tratamiento de la ortorexia dependerá de diferentes factores entre los que se encuentran el grado de afectación de cada paciente. Para ello será imprescindible la presencia de un equipo multidisciplinar que conste de psicólogos, médicos y nutricionistas que realicen una valoración de la situación inicial de cada persona.
- Tratamiento farmacológico: Puede ser necesario en algunos casos especialmente si aparecen síntomas cómo estrés o ansiedad asociados al trastorno ortoréxico. Entre los diferentes fármacos empleados se encuentran: citalopram, fluoxetina o paroxetina. Estos medicamentos presentan resultados seguros y dan evidencia de efectos positivos sobre la depresión, la ansiedad y la psicopatología alimentaria.
- Tratamiento psicológico: La intervención de la ortorexia estará centrada en la intervención de los aspectos que han podido influenciar en la aparición y mantenimiento de la misma. La terapia cognitivo-conductual se centra en el cambio de hábitos de la persona para ir tratando los conflictos y las conductas nocivas autoimpuestas planteando nuevas vías de afrontamiento. No se ha especificado hasta el momento un tratamiento diferente al del resto de los Trastornos de Conducta Alimentaria.
– La psicoeducación sobre nutrición y salud permite cambiar ideas erróneas sobre la alimentación y modificar determinados patrones de conducta que no están siendo adaptativos ni saludables.
– El objetivo principal de la terapia psicológica estará centrado en que la persona logre mayor flexibilidad en cuanto a las creencias alimentarias que mantienen la sintomatología y reducir la necesidad de utilizar la comida como sistema de control.
– Centrarse en la desmitificación de aquellos mitos y creencias que se han ido adquiriendo entorno a la conducta de prohibición y restricción de ciertos alimentos.
– Abordar el entorno inmediato de los pacientes y promover la educación nutricional temprana son complementos imprescindibles para alcanzar la solución definitiva al problema.
- Tratamiento nutricional: Será importante concretar una dieta equilibrada que aporte todos los nutrientes necesarios para el organismo, sin dejar de ser una dieta combinada de alimentos saludables. Así pues, será primordial reestablecer y perfilar una dieta equilibrada y completa de forma gradual que permita al organismo la adaptación de la ingesta de alimentos que en su momento fueron prohibidos o reducidos.
Si reconoces algunas de estas conductas en alguien de tu entorno o en ti, puedes consultar con nuestro equipo de psicólogos del Centro de Psicología Canvis en Barcelona donde ofrece la posibilidad de realizar un proceso terapéutico individual que te ayudará a localizar aquellos aspectos que te pueden estar generando malestar, así como trabajarlos y reducirlos, a través de un tratamiento personalizado y dirigido a cada persona en concreto.
Referencias bibliográficas:
Ayllón, B. (2021). La ortorexia nerviosa ¿otro nuevo trastorno? Revista digital de medicina Psicosomática y Psicoterapia. 11 (2).
Aranceta, J. (2007). Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable. Archivos latinoamericanos de nutrición. 57 (4).
Muñoz, R. & Martínez, A. (2007). Ortorexia y Vigorexia ¿nuevos trastornos de la conducta alimentaria? Trastornos de la conducta alimentaria. 5. 457-482.
Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria. Guía de Práctica Clínica sobre Trastornos de la Conducta Alimentaria. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Consumo. Agencia de Evaluación de Tecnología y Recercas medicas de Cataluña; 2009. Guías de Práctica Clínica en el SNS: AATRM Núm. 2006/05-01. Madrid; 2009
Máster en psicología general sanitario por UNIR.
Grado en psicología por la universidad de Barcelona.
Postgrado en Análisis de Procesos Terapéuticos Constructivistas por la Universidad de Barcelona.
Postgrado en Técnicas y Principios Básicos en Terapia Cognitivo-Social por la Universidad de Barcelona.
Máster en terapia cognitivo-social por la universidad de Barcelona.
Psicóloga colegiada 25259.