A partir de este espacio en el blog de Canvis, exploraremos en profundidad la teoría de la nutrición emocional en la pareja, su importancia y cómo se puede aplicar en la vida diaria para mejorar las relaciones.
La nutrición emocional en la pareja es una teoría que se enfoca en la idea de que las emociones y la conexión emocional son una parte esencial para una relación saludable y de mutualidad. Esta teoría se basa en la premisa de que las personas necesitan sentirse comprendidas, apreciadas y valoradas emocionalmente por su pareja para tener una relación satisfactoria en la que prime el cuidado de ambas partes.
¿Qué es la nutrición emocional?
La nutrición emocional es la teoría de que, al igual que nuestro cuerpo necesita nutrientes para mantenerse saludable, nuestras emociones también necesitan «nutrirse» para mantener una buena salud emocional. Esto implica la idea de que nuestras emociones son algo vivo que necesita cuidado, atención y regulación constante.
La nutrición emocional en la pareja se refiere específicamente a la necesidad de conectarse emocionalmente con nuestra pareja y de sentir que somos valorados, entendidos y apreciados por la misma. Esta conexión emocional es crucial para mantener una relación saludable y duradera, ya que nos ayuda a sentirnos seguros, amados y respaldados. Estos cuidados se basan en cubrir las necesidades de disponibilidad, responsividad e implicación dentro del vínculo afectivo.
Dentro de la pareja, el amor se entiende como una etapa de plenitud y madurez en la relación dónde se consolida y se hace compatible con la vida cotidiana, en sociedad y con las actividades creativas.
¿Cómo se relacionan la responsabilidad afectiva y la nutrición emocional en la pareja?
Asimismo, la responsabilidad afectiva juega un rol muy importante en las interacciones que se mantienen y solidifican el vínculo de la pareja. La responsabilidad afectiva y la nutrición emocional son dos aspectos importantes en cualquier relación de pareja, y se interrelacionan de diversas formas.
La responsabilidad afectiva se refiere a la capacidad de cada miembro de la pareja de cuidar y atender las necesidades emocionales del otro, y de ser consciente de cómo sus acciones y palabras pueden afectar a su pareja. Esto implica ser capaz de comunicarse de manera efectiva, mostrar empatía y comprensión, y ser responsable de nuestras propias emociones y reacciones, en función de la sensibilidad y necesidades de nuestra pareja.
Por otro lado, la nutrición emocional se refiere a cómo cada miembro de la pareja se siente satisfecho y alimentado emocionalmente dentro de la relación. Esto implica sentirse apoyado, escuchado y valorado por el otro, así como tener la capacidad de compartir nuestros propios sentimientos y necesidades sin que interponga el miedo a dañar, ser dañado, rechazar o ser rechazado. Se trata de generar una relación en la que prime un apego seguro entre los partenaires.
En una relación saludable, la responsabilidad afectiva y la nutrición emocional están estrechamente relacionadas. Cuando uno se siente responsable de las necesidades emocionales de su pareja, también está trabajando para nutrir esa relación y el espacio que compartimos con el otro. Del mismo modo, cuando uno se siente emocionalmente nutrido y cuidado, es más fácil ser responsable de las necesidades de la pareja.
Sin embargo, cuando uno de estos aspectos se ve comprometido, puede afectar negativamente a la relación. Por ejemplo, si uno de los miembros de la pareja no se siente responsable de las necesidades emocionales del otro, puede llevar a una falta de conexión emocional y a una sensación de falta de apoyo.
Por otro lado, si uno de los miembros de la pareja no se siente emocionalmente nutrido, puede llevar a una sensación de abandono emocional y a una desconexión en la relación para protegerse de un posible daño ante la muestra de la vulnerabilidad.
En resumen, la responsabilidad afectiva y la nutrición emocional son dos aspectos clave en una relación de pareja saludable, y trabajar en ambos puede ayudar a fortalecer y nutrir la relación. Al mismo tiempo, dicha responsividad contribuye al equilibrio del “triángulo del amor” en la pareja, dónde la pasión, la intimidad y el compromiso son tres factores que se interrelacionan y son interdependientes.
¿Por qué es importante la nutrición emocional en la pareja?
La nutrición emocional es fundamental para una relación basada en el bienestar porque nos ayuda a crear una conexión profunda y significativa con nuestra pareja. Cuando nos sentimos emocionalmente nutridos por nuestra pareja, nos sentimos más seguros, confiados y comprometidos en la relación. Además, la nutrición emocional nos ayuda a:
- Crear una base sólida para la comunicación abierta y honesta.
- Fomentar la confianza y la intimidad emocional en la relación.
- Fortalecer la resiliencia emocional en la pareja.
- Aumentar la satisfacción y el compromiso en la relación.
Por otro lado, la falta de nutrición emocional en la pareja puede tener efectos negativos en la relación. Las parejas que no se sienten emocionalmente conectadas pueden sentirse distantes, aisladas e incomprendidas, lo que puede llevar a conflictos, resentimientos y desacuerdos.
¿Cómo aplicar la teoría de la nutrición emocional en la pareja?
La nutrición emocional en la pareja es algo que se puede cultivar y nutrir con el tiempo y el compromiso entre los dos miembros de la pareja. Aquí hay algunas formas de aplicar la teoría de la nutrición emocional en la vida diaria para mejorar la relación con nuestra pareja:
- Escucha activa
La escucha activa es una habilidad crucial para nutrir la conexión emocional en la pareja. La escucha activa implica prestar atención total a lo que nuestra pareja está diciendo sin interrupciones, prejuicios o juicios. La escucha activa nos permite comprender mejor las necesidades, deseos y preocupaciones de nuestra pareja, lo que a su vez nos permite responder de manera más empática y comprensiva.
- Comunicación abierta y honesta
La comunicación abierta y honesta es otra parte esencial de la nutrición emocional en la pareja. La comunicación abierta implica expresar nuestras emociones, necesidades y deseos de manera clara y directa, sin temor a ser juzgados o rechazados por nuestra pareja. La honestidad es importante para construir la confianza y la intimidad emocional en la pareja.
Para aplicar la comunicación abierta y honesta desde una actitud asertiva, es importante elegir el momento adecuado para hablar con nuestra pareja, escuchar de forma genuina su respuesta y evitar culpar o emitir un juicio sobre su diálogo.
- Expresión de afecto y aprecio
La expresión de afecto y aprecio es otra forma importante de nutrir la conexión emocional en la pareja. Esto puede ser algo tan simple como decir «te quiero» o «te aprecio» a nuestra pareja, o puede ser un gesto más elaborado, como preparar una cena especial o dar un regalo significativo. Cada persona tiene un lenguaje específico, desde el que entiende el cuidado y el cariño. Es importante conectar con las formas de expresar y recibir afecto de la otra persona, ya que si nuestro mensaje no llega al receptor, la comunicación no sería significativa.
- Apoyo emocional
El apoyo emocional es otra forma de nutrir la conexión emocional en la pareja. Esto implica estar allí para nuestra pareja en momentos de estrés, dificultades y crisis emocionales. El apoyo emocional puede incluir escuchar activamente, ofrecer consuelo, brindar consejos o soluciones, o simplemente estar presente y mostrar apoyo sin juzgar. A veces basta simplemente con preguntar a la otra persona lo que necesita para sentirse mejor.
Es importante tener en cuenta que el apoyo emocional puede ser especialmente importante en momentos de transición y cambio donde aparecen crisis evolutivas esperadas o inesperadas, como el nacimiento de un hijo, un cambio de trabajo o una enfermedad.
- Respeto y aceptación
El respeto y la aceptación son fundamentales para nutrir la conexión emocional en la pareja. El respeto implica valorar a nuestra pareja como individuo, aceptando sus diferencias, opiniones y decisiones. La aceptación implica amar y valorar a nuestra pareja por quiénes son, sin intentar cambiarlos o moldearlos a nuestra imagen o expectativas.
Es importante recordar que la aceptación y el respeto no significa que tengamos que estar de acuerdo en todo, pero sí implica tratar a nuestra pareja desde la humildad, compasión y empatía. Asimismo, es importante percibir el tipo de relación que a nivel jerárquico estamos construyendo con nuestra pareja, a partir de las dinámicas relacionales que mantenemos, intentado perseguir un modelo equitativo de sostén y cuidado.
- Gratitud y aprecio
Esto significa reconocer y valorar las cualidades positivas de nuestra pareja, expresar nuestro amor, aprecio e interés de manera regular y tomar el tiempo para implicarse en una mutualidad que enriquezca la relación, fomentando una relación equilibrada y de bienestar en la que prime la confianza, la seguridad, y se nutran la pasión, la intimidad y el compromiso.
¿Es posible combinar la nutrición emocional con la pareja y con uno mismo?
La nutrición emocional también es importante en el vínculo con uno mismo. Siendo ésta, la capacidad de cuidar y atender nuestras propias necesidades emocionales y de ser conscientes de cómo la congruencia entre nuestras acciones y pensamientos pueden afectar nuestro bienestar emocional.
Esto implica cultivar una relación positiva y compasiva con uno mismo desde la aceptación de la propia individuación, el reconocimiento y el respeto de nuestras propias emociones y necesidades, priorizando el cuidado de nuestro bienestar emocional. Cuando nos nutrimos emocionalmente a nosotros mismos, somos más capaces de enfrentar los desafíos de la vida con resiliencia y compasión hacia nosotros mismos y hacía los demás.
Además, somos más conscientes de tener relaciones saludables y equilibradas con los demás, ya que estamos mejor equipados para cuidar de nuestras propias necesidades emocionales y ser empáticos y comprensivos con los demás. Así, combinar la nutrición emocional en el vínculo con uno mismo y con nuestra pareja puede ser un desafío, pero es esencial para mantener relaciones saludables y significativas.
Al combinar la nutrición emocional en el vínculo con uno mismo y con nuestra pareja se está abriendo un espacio al cuidado de las necesidades emocionales propias y del otro. Al hacerlo, podemos crear relaciones saludables y significativas que nutren y fortalecen tanto a nosotros mismos como a nuestra pareja.
Desde el centro de psicología Canvis abordamos el vínculo en sus diferentes contextos, ya sea en la comunicación con nosotros mismos o con las personas que se encuentran en nuestro entorno. Priorizamos el cuidado al vínculo, ya que nuestras relaciones interpersonales tienen un impacto significativo en nuestra salud emocional y física, así como en nuestro bienestar general. Al abordar patrones poco saludables y trabajar para desarrollar relaciones más positivas, podemos mejorar nuestra calidad de vida y nuestra capacidad para manejar el estrés y las dificultades de la vida. Nuestro objetivo es adaptar dichas formas relacionales a unas que concuerden con las necesidades y el bienestar de la persona.
Bibliografía
- Bowlby J. (2014). Vinculos Afectivos: Formación, Desarrollo y Pé(6ª edición). Madrid: Morata.
- Cáceres, J. (1994). Reaprender a vivir en pareja. Valencia: Promolibro.
- Campo, C. y Linares J. L. (2002). Sobrevivir a la pareja: problemas y soluciones. España: Editorial Planeta Prácticos.
- Linares, J. L., (2010). Paseo por el Amor y el Odio: La conyugalidad desde una perspectiva evolutiva. Revista Argentina de Clínica Psicológica, XIX(1), 75-81.
Estela Zegrí Quesada (Psicóloga)
Psicóloga residente en el Centro de Psicología Canvis.
Máster en Psicología General Sanitaria por UNIR.
Máster en Terapia Sistémica Familiar por la Universidad Pontificia de Comillas.
Especialista en Psicoterapia y Psicodrama por la EPyP.