Lealtades familiares: el peso de los lazos de sangre
La familia es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida. Desde que nacemos, nos encontramos inmersos en una red de relaciones familiares que nos marcan y configuran nuestra forma de ser y ver el mundo. A lo largo de nuestra vida, estas relaciones pueden ser fuente de apoyo, de amor, de cariño y de protección, pero también pueden ser fuente de conflictos, de desencuentros y de dolor.
Una de las cuestiones que más pueden afectar a nuestras relaciones familiares son las lealtades familiares. La lealtad es un valor muy importante en las relaciones humanas, y en el contexto de la familia adquiere una importancia aún mayor. Sin embargo, cuando las lealtades familiares se vuelven excesivas o no se ajustan a las necesidades individuales, pueden convertirse en un lastre que impide el desarrollo personal y el bienestar emocional.
En este artículo vamos a analizar las lealtades familiares, su impacto en nuestras relaciones y algunas estrategias para afrontarlas.
¿Qué son las lealtades familiares invisibles?
Las lealtades familiares invisibles son un conjunto de expectativas, creencias y sentimientos que se desarrollan en el seno de una familia y que influyen en las relaciones entre sus miembros. Estas lealtades se construyen a lo largo de nuestra infancia y adolescencia, y pueden ser muy intensas y profundas. Estos sentimientos de lealtad, compromiso y fidelidad que mantenemos hacia nuestra familia de origen pueden estar dirigidas hacia la figura paterna o materna, hacia un hermano o hermana, o hacia toda la familia en conjunto. Además, se transmiten de generación en generación y a menudo no son conscientes, lo que significa que pueden tener un efecto significativo en nuestras relaciones sin que nos demos cuenta.
Las lealtades familiares se basan en el hecho de que la familia es la primera y más importante fuente de apoyo emocional y material que tenemos. La familia nos ha protegido y cuidado desde que éramos vulnerables e indefensos, y por ello sentimos un compromiso emocional hacia ella. Además, las lealtades familiares se refuerzan por el hecho de que la familia es un grupo cerrado, con normas y valores compartidos, lo que puede generar una sensación de pertenencia y de identidad.
Sin embargo, las lealtades familiares también pueden tener un lado oscuro. Cuando las lealtades son excesivas o no se ajustan a nuestras necesidades individuales, pueden impedir el desarrollo personal y generar conflictos emocionales. Además, las lealtades familiares pueden ser utilizadas por algunos miembros de la familia como un mecanismo de control y manipulación, como forma de someter al resto de miembros, haciendo que estos se adapten y moldeen en función de sus propias ideas.
¿Qué tipos de lealtades invisibles encontramos?
El psicólogo Boszormenyi-Nagy identificó tres tipos de lealtades familiares invisibles: lealtades leales, lealtades desleales y lealtades ambivalentes.
Las lealtades leales son aquellas que fomentan la cooperación y la armonía entre los miembros de la familia, mientras que las lealtades desleales se basan en la competencia y el conflicto. Las lealtades ambivalentes son una combinación de ambos tipos de lealtades y pueden ser especialmente problemáticas, ya que pueden generar una sensación de confusión y conflicto. Esto puede llevar a un comportamiento ambiguo y poco consistente en las relaciones, lo que puede ser difícil para los demás miembros de la familia.
Asimismo, las lealtades familiares que pueden afectar a la dinámica familiar serían:
- La lealtad deuda: Esta lealtad se refiere a la obligación de lealtad que siente un miembro de la familia hacia otro miembro que ha sufrido una injusticia o ha sido víctima de una situación difícil. Esta lealtad a menudo se extiende a través de generaciones y puede generar sentimientos de culpa y obligación en los miembros más jóvenes de la
- La lealtad de parentesco: Esta lealtad se refiere al sentido de obligación que siente un miembro de la familia hacia otro simplemente porque son Esta lealtad se puede manifestar en relaciones que son tóxicas o abusivas, ya que los miembros de la familia sienten que tienen que permanecer leales a pesar de los comportamientos perjudiciales.
- La lealtad de alianza: Esta lealtad se refiere a la obligación de lealtad que siente un miembro de la familia hacia otro miembro que ha asumido un papel protector o de líder. Esta lealtad puede ser problemática cuando el líder o protector ejerce un control excesivo o actúa de manera perjudicial.
Un aspecto importante de las lealtades invisibles es que al transmitirse de una generación a otra, los niños pueden absorber sin saberlo las lealtades de sus cuidadores, padres y abuelos, y llevarlas consigo en sus propias relaciones familiares. Por ejemplo, si una madre siente que su propia madre no le dio suficiente atención o amor, puede transferir esa lealtad hacia su propia hija y esperar que la niña llene ese vacío emocional. Este tipo de dinámica puede ser especialmente difícil de identificar y abordar, ya que los niños pueden no ser conscientes de las expectativas que sus padres tienen de ellos, y los padres pueden no ser conscientes de las lealtades que están transmitiendo.
¿Cómo afectan las lealtades familiares invisibles a nuestras relaciones?
Las lealtades familiares invisibles pueden tener un impacto significativo en nuestras relaciones, tanto favorablemente como desfavorablemente. Las lealtades invisibles pueden fomentar una sensación de comunidad y cooperación entre los miembros de la familia, lo que puede ser beneficioso para las relaciones. Esto es así debido al sentimiento de unicidad que crea dentro de un grupo el hecho de compartir valores y formas de actuar similares y que han sido las reforzadas desde generaciones.
Por otra parte, puede ocurrir que dichas lealtades invisibles generen un ambiente de competencia y conflicto que puede afectar desfavorablemente a las relaciones, al mismo tiempo que se pueden desarrollar sentimientos de aislamiento o de comparación continua del propio hacer con el del resto. Además, se puede generar un sentimiento de presión y culpa en la persona que las porta, sobretodo cuando se ha habituado a relacionarse desde ellas, pero aún habiéndose adaptado a las mismas, éstas le generan una disonancia respecto a sus propios valores y sentimientos. Así, se crea una ambivalencia entre “el buen hacer aprendido en el seno familiar” que deriva en sentimientos desagradables y “el hacer desde el propio criterio” que facilita unas emociones agradables y satisfactorias que concuerdan con la propia identidad y el crecimiento personal.
Otro aspecto importante de las lealtades invisibles es cómo pueden afectar a las relaciones de pareja. Si una persona tiene una lealtad invisible hacia su familia de origen, puede ser difícil para su pareja sentirse como una prioridad en la relación. Por ejemplo, si un miembro de la pareja tiene una lealtad invisible hacia su madre, puede sentirse obligado a pasar más tiempo con ella o priorizar sus necesidades sobre las de su pareja. Estas lealtades pueden ser especialmente difíciles de manejar en situaciones en las que los miembros de la pareja tienen diferentes orígenes culturales o familiares, ya que puede haber expectativas culturales o familiares diferentes en juego. De esta forma se prioriza la necesidad aprendida desde la familia y se deslegitima la de la pareja.
¿Cómo se puede detectar la presencia de lealtades familiares?
Identificar las lealtades familiares invisibles puede ser un proceso complejo, ya que como su propio nombre indica, son invisibles, y no se hacen explícitas en el contenido sino en los patrones de relación y comunicación dentro de la familia, por lo que a menudo no somos conscientes de ellas. El proceso de detección requiere tiempo, paciencia y experiencias que resuenen con la historia vivida en el seno familiar.
De esta forma, para identificar nuestras propias lealtades familiares invisibles, puede ser útil explorar nuestra propia historia familiar y las dinámicas interpersonales con los miembros que la componen, prestando atención a posibles patrones de comportamiento que se repiten en nuestras relaciones actuales.
Asimismo, resulta de gran utilidad abrir un espacio propio que facilite la reflexión sobre los propios patrones de comportamiento, pensamiento y emoción. ¿Hay algo que hagas o pienses que te hace sentir atado a tu familia? ¿Hay ciertos temas o situaciones que te incomodan o te hacen sentir ansioso/a? ¿Sientes que no podrías comunicar todas tus opiniones o tus formas de hacer a tus familiares? ¿Piensas que tu forma de sentir es contradictoria a la de tu familia? ¿Hay algún tema o valor que se repita en tu familia a lo largo del tiempo? ¿Hay algún secreto familiar que se haya mantenido oculto desde hace varias generaciones?
Además, resulta interesante prestar atención a las propias emociones. Las lealtades familiares pueden manifestarse como sentimientos de culpa, ansiedad, tristeza o incluso ira. Si notas que tienes emociones fuertes o desproporcionadas en ciertas situaciones, puede ser señal de que hay una lealtad oculta en juego. Es decir, si dentro de una interacción ocurre que sientes emociones con una elevada intensidad que no concuerda con lo que recibes de la situación, esto puede indicar la presencia de alguna creencia, o lealtad que has acostumbrado a seguir y que en este momento ya no concuerda con tu bienestar.
Un ejemplo sería la situación de una familiar en la que una de las lealtades familiares ha sido a través del mensaje: “el trabajo duro es el que lleva a lograr lo que quieres, no te permitas ser débil y relacionarte desde la emocionalidad”. La persona que ha recibido este mensaje puede sentir rabia o enfado al interaccionar con personas que si están mostrando una mayor sensibilidad o emocionalidad, llegando incluso a sentir este enfado consigo mismos cuando se sientan tristes. Esta lealtad les está impidiendo ser compasivos consigo mismos y con lo que sienten, limitando su autorregulación y autocuidado.
¿Qué signos y síntomas pueden indicar la presencia de lealtades familiares invisibles?
- Sentimiento de obligación: Los miembros de la familia pueden sentir que tienen una obligación o deber de lealtad hacia otro miembro de la familia, incluso si esto les causa problemas o les impide ser
- Sobreprotección: Los miembros de la familia pueden sentir la necesidad de proteger a otros miembros de la familia a cualquier costo, incluso si esto significa sacrificarse a sí
- Sentimientos de culpa y vergüenza: Los miembros de la familia pueden sentir una gran cantidad de culpa y vergüenza si no cumplen con sus obligaciones de lealtad hacia otros miembros de la
- Problemas de relación: Los miembros de la familia pueden tener problemas de relación que no tienen una explicación clara o que no parecen estar relacionados con problemas específicos.
- Secreto y ocultamiento: Los miembros de la familia pueden ocultar ciertos aspectos de su vida o mantener secretos para proteger a otros miembros de la
- Patrones de sacrificio: cuando un miembro de la familia siempre se sacrifica en beneficio de otros, puede ser una señal de que está actuando en base a una lealtad
- Desapego emocional: a veces, los miembros de la familia pueden sentirse desconectados emocionalmente de otros miembros, lo que puede ser una señal de que hay una lealtad invisible
¿Qué repercusiones pueden tener las lealtades familiares en nosotros mismos?
Las lealtades familiares invisibles pueden tener una serie de consecuencias negativas en la vida de las personas. Algunas de estas consecuencias son las siguientes:
- Repetición de patrones: Cuando una persona no es consciente de las lealtades familiares invisibles que lo afectan, es posible que repita patrones en su vida sin darse Por ejemplo, puede que siga el mismo modelo de relación tóxica que vio en su familia de origen, o que se encuentre en situaciones laborales en las que se siente explotado o maltratado, como le sucedía a su padre o madre. En estos casos, la persona puede sentirse atrapada en patrones que no puede romper, lo que afecta a su bienestar emocional y a su calidad de vida.
- Dificultad para tomar decisiones: Cuando las lealtades familiares están en conflicto con los deseos y necesidades personales, puede ser difícil tomar decisiones que sean verdaderamente Por ejemplo, puede que una persona se sienta obligada a realizar una carrera porque para su familia es la que debe elegir, aunque la persona en realidad prefiera elegir otra que este realmente ligada a lo que le apasiona. En estas situaciones, la persona puede experimentar sentimientos de confusión, frustración, inseguridad, baja autoestima, cabreo.
- Problemas en las relaciones interpersonales: Las lealtades familiares invisibles también pueden afectar las relaciones interpersonales de una Por ejemplo, puede que una persona sienta que tiene que poner las necesidades de su familia por encima de las suyas propias en sus relaciones de pareja o amistad. En estas situaciones, la persona puede tener dificultades para establecer límites saludables y expresar sus necesidades y deseos de manera clara y efectiva. Esta barrera imposibilita que la persona conozca sus necesidades y por ende como satisfacerlas, ya que confunde sus propias necesidades con las de los demás.
Las lealtades familiares invisibles pueden tener un impacto significativo en la vida de una persona, afectando su capacidad para tomar decisiones, establecer relaciones saludables y vivir una vida plena y satisfactoria. Al mismo tiempo, pueden generar una sensación de injusticia en algunos miembros de la familia. Por esta razón, es importante tomar conciencia de estas lealtades y concienciarse para liberarse de aquellas que estén impidiendo sentir un equilibrio emocional en la persona.
A menudo, se espera que los miembros de la familia se comporten de cierta manera y cumplan con ciertas expectativas, incluso si estas expectativas no son justas o razonables. Por ejemplo, puede haber una expectativa de que un hijo se haga cargo de los negocios familiares, aunque ese hijo tenga intereses y habilidades diferentes. Esto puede generar resentimiento y sentimientos de injusticia en ese hijo, lo que puede afectar negativamente en su relación con otros miembros de la familia. El mensaje que puede recoger esta persona es que tiene que hacer lo que los demás esperan de él si quiere ser incluido y valorado dentro de la familia.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que las lealtades familiares invisibles no siempre son disfuncionales. De hecho, a menudo son una parte importante de las relaciones familiares saludables y fuertes. Cuando se fomentan y se valoran lealtades que favorecen al resto de miembros, se puede crear un sentido de unidad y conexión en la familia o dentro del sistema en el que se han generado. Por ejemplo, la lealtad a la familia puede ser una fuente de apoyo emocional en tiempos difíciles y durante sucesos estresantes que ocurren en el ciclo vital familiar.
¿Cómo lidiar o romper con las lealtades familiares invisibles?
El hecho de romper con las lealtades familiares invisibles puede ser un proceso difícil y complicado por varias razones. En primer lugar, estas lealtades están arraigadas en la historia y las relaciones familiares, por lo que pueden ser muy poderosas y difíciles de modificar. Además, romper con ellas puede generar sentimientos de culpa, vergüenza y aislamiento, ya que puede implicar ir en contra de lo que se considera «lo correcto» dentro de la familia, lo cual lleva consigo sensaciones de soledad con respecto al sistema familiar y posteriormente en los grupos sociales.
También puede ser difícil porque las lealtades invisibles suelen estar profundamente arraigadas en la identidad y la autoestima de la persona, lo que puede hacer que se sientan amenazadas al cuestionarlas o desafiarlas. Además, si la persona ha estado cumpliendo un papel específico dentro de la dinámica familiar debido a estas lealtades, puede sentirse pérdida o desorientada al dejar de cumplir ese rol y que no encuentre sentido a tomar otra dirección, debido a la incertidumbre que pueda causarle el separarse de sus actuaciones cotidianas. Otro factor que suele ser una barrera a la hora de cambiar patrones de relación, es la respuesta que nos pueda dar el otro. Es decir, en ocasiones podemos temer hacer un cambio por miedo al rechazo o abandono de la otra persona.
De esta manera, comenzar a cuestionarse las lealtades y dirigirse hacía otra dirección, implica un cambio significativo en la dinámica familiar, lo que puede ser aterrador y generar incertidumbre sobre cómo será la relación con la familia a partir de entonces. Puede haber temor a perder la conexión emocional con los seres queridos, y puede ser difícil establecer límites claros y saludables en las relaciones familiares una vez que se han roto estas lealtades.
Aún no siendo una tarea sencilla, la de romper y cambiar con los legados familiares, aquí dejamos algunas ideas principales que pueden ser el primer paso para lograr tomar distancia con aquellos legados menos afines a tu bienestar emocional:
- Reconocer los patrones familiares: Reconocer los patrones familiares es importante porque permite a las personas comprender mejor por qué se comportan de ciertas maneras y cómo sus acciones pueden estar influenciadas por las dinámicas Al reconocer estos patrones, las personas pueden tomar medidas para cambiarlos y romper con los ciclos negativos.
- Aceptar los patrones familiares: Aceptar los patrones familiares no significa necesariamente estar de acuerdo con ellos o justificarlos, sino más bien reconocer que son una parte de la historia de la familia y que han contribuido a dar forma a la familia tal como es hoy. Al aceptar estos patrones, se puede comenzar a trabajar en el proceso de cambio y crecimiento dentro de la
- Establecer límites: Establecer límites también puede ayudar a las personas a mantenerse firmes en sus decisiones y a tomar el control de su propia Por ejemplo, si una persona ha decidido seguir un camino diferente al de su familia, establecer límites claros puede ayudar a esa persona a mantener su decisión y evitar la presión o crítica de los miembros de la familia.
- Practica el auto-cuidado. Las lealtades familiares invisibles pueden ser estresantes y emocionalmente agotadoras, por lo que es importante cuidarte a ti mismo/a física y Algunas personas pueden pensar que el auto-cuidado es egoísta o una pérdida de tiempo, pero es importante recordar que cuidar de ti mismo no solo te beneficia a ti, sino también a las personas que te rodean. Cuando estás en un buen estado de salud mental y emocional, puedes manejar mejor el estrés, la ansiedad y otras dificultades de la vida. También puedes ser más compasivo y tener más energía y capacidad para ayudar a los demás.
- Practica la auto-compasión: La auto-compasión implica tratarte a ti mismo con amabilidad y comprensión, en lugar de juzgarte y Cuando estás trabajando para romper las lealtades familiares invisibles, es importante tener en cuenta que el cambio lleva tiempo y esfuerzo. Practicar la auto-compasión te ayudará a mantenerte motivado y a manejar los desafíos que puedan surgir en el camino.
- Acepta tu derecho a ser tú mismo: Las lealtades familiares invisibles a menudo nos llevan a actuar de manera opuesta a lo que realmente queremos o Aceptar tu derecho a ser tú mismo implica liberarte de las expectativas y presiones de tu familia y reconocer que tienes derecho a tomar tus propias decisiones y a vivir de acuerdo con tus propios valores.
Conclusión
Las lealtades familiares invisibles pueden tener un impacto significativo en nuestras vidas, afectando nuestras relaciones interpersonales y nuestra capacidad para tomar decisiones saludables y satisfactorias. Reconocer la presencia de estas lealtades y trabajar para abordarlas puede ser un proceso desafiante, pero es esencial para nuestro bienestar emocional y mental. Al comprender de dónde vienen estas lealtades y establecer límites saludables, podemos tomar medidas para liberarnos de patrones de comportamiento poco saludables y mejorar nuestras relaciones con nosotros mismos y con los demás.
Desde el Centro de Psicología de Canvis os invitamos a abordar y trabajar desde un entorno seguro y comprensivo aquellos legados familiares que os hayan resonado más al leer este artículo.
Bibliografía:
- Boszormenyi-Nagy, , & Spark, G. M. (1984). Invisible loyalties: Reciprocity in intergenerational family therapy. New York: Harper & Row.
- Bowen, (1978). Family therapy in clinical practice. New York: Jason Aronson.
- Minuchin, (1974). Families and family therapy. Cambridge, MA: Harvard University Press.
- Watzlawick, , Weakland, J. H., & Fisch, R. (1974). Change: Principles of problem formation and problem resolution. New York: Norton.
Estela Zegrí Quesada (Psicóloga)
Psicóloga residente en el Centro de Psicología Canvis.
Máster en Psicología General Sanitaria por UNIR.
Máster en Terapia Sistémica Familiar por la Universidad Pontificia de Comillas.
Especialista en Psicoterapia y Psicodrama por la EPyP.