Descubre qué es la empatía, cuáles son las características de una persona empática, la diferencia con otras competencias, los beneficios que tiene y algunos consejos sobre cómo puedes fomentarla, tanto tú como los más pequeños.
¿Qué es la empatía?
Tal y como define la RAE, es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
La empatía es una cualidad que está incluida dentro de la inteligencia emocional, que permite conectar con tus emociones y las del otro.
Etimológicamente, procede del griego que significa “dentro de él” y “lo que se siente”. Sin embargo, no se trata tan solo de ponerse en el lugar del otro, sino que, la empatía implica comprender la vida emocional que tiene la otra persona. Esto no quiere decir que compartas las opiniones con ella ni tampoco entiendas por qué actúa de una manera u otra. Sino que, a pesar de ello, lo aceptas y aprendes a tomar perspectiva. Empatizar con lo que una persona siente cuando se trata de alguien con la misma educación, los mismos ideales o cultura que nosotros, o cuando está pasando una situación similar o parecida a la que nos ha sucedido anteriormente, es una tarea fácil. Pero ¿qué sucede cuando se nos presenta una situación en la que tenemos que empatizar con alguien que ha actuado de la manera que piensas que jamás actuarías tu? ¿Te consideras empático cuando alguien ha realizado un acto en el que ha pisado tus valores, o que la consecuencia de lo que ha hecho te ha tocado a ti directamente y te ha hecho sufrir?, ¿es acaso en ese momento fácil entender su reacción? ¿crees que podrías ponerte en su lugar?
Algunas de las claves para, en estos casos más difíciles, aprender a empatizar son: buscar el por qué, es decir, desde dónde lo ha hecho y tratar de no juzgar. En muchas ocasiones, cuando el acto de otra persona nos molesta, lo único que hacemos es centrarnos en la acción en sí, haciendo juicio de ella, diciendo frases como “yo no sería capaz de hacer eso”, “si eso me hubiera pasado a mí, no habría actuado así”. Pero ¿cuántas veces, con el paso del tiempo, has terminado actuando igual, teniéndote que enfrentarte a todo lo que dijiste anteriormente?
Por ello, si queremos entender mejor a la otra persona, podemos, preguntarle, por ejemplo, por qué ha actuado así, desde dónde ha hecho esto, ya que cuando entendemos los motivos de su acto, quizá comprendemos un poco mejor por qué reaccionó así y no de otra manera. Esto disminuirá el juicio hacia ella y fomentará la empatía.
Características de una persona empática.
Estas son las características que reúnen una persona con empatía:
- Sabe escuchar activamente, es decir, practican la escucha activa: estas personas, cuando escuchan, no sólo están oyendo, si no que están plenamente centrados en lo que la otra persona está diciendo. Esto (Escuchar activamente,) conlleva la intención de aparcar, dejar de lado nuestros pensamientos y sentimientos para poner toda la atención en el otro. Implica(Conlleva)dar espacio y tiempo para que la otra persona se exprese.
- Es sensible: una persona empática suele tener un alto grado de sensibilidad. De esta manera pueden entender mucho mejor lo que el otro está sintiendo. Siempre teniendo en cuenta que esa sensibilidad no puede implicar el llevarse a uno mismo las emociones o problemas del otro. (Este es un trabajo,)Esto supone un esfuerzo ,el saber diferenciar qué es de lo que siente suyo, y qué es del otro, que tienen que hacer las personas que son muy sensibles, ya que pueden sufrir mucho por esta razón.
- Es respetuoso y tolerante: las personas empáticas suelen tener estos dos valores muy integrados. No es que entiendan siempre lo que el otro está sintiendo o hace con respecto a lo que siente, sino que, aunque no les guste la decisión que el otro tome, las aceptan. Intentan mirar más allá, ver por qué las han hecho. Es decir, ver el motivo de sus actos para así comprenderlos mejor.
- Evita los extremismos: las personas empáticas son capaces de ver una gran gama de grises en vez de ver todo como negro o sino como blanco. Suelen ser personas que cuando surge un problema entre dos personas, por ejemplo, son capaces de no posicionarse en un lado o en otro, sino que intentan ver los pros y los contras de cada una.
- Tiene un estilo de comunicación asertiva, más adelante explicaremos un poco más sobre asertividad. Las personas empáticas tienen el peligro de caer en un estilo de comunicación pasivo, ya que suelen dejar de lado lo que ellas sienten, centrándose solo en el otro. El trabajo de una persona empática es llegar a escucharse a ella misma también, y lograr así comunicarse de manera asertiva.
- Comprende la comunicación no verbal: no solo se centran en lo que la persona dice, sino que son capaces de ver que con sus gestos o su cuerpo están diciendo mucho más. Esto hace que puedan entender mucho mejor a la otra persona, que tanto te está diciendo también sin palabras.
- Confía en la bondad humana. No juzgan a las personas solo por lo que les cuenten o por la imagen que tengan de primeras, sino que intentan ir siempre más allá. Cuando conocen a una persona, siempre piensan que es buena hasta que le demuestre lo contrario. Esto puede llevarle a muchas decepciones, pero también a mucho conocimiento y apertura.
- Cuida su lenguaje. Al entender tanto al otro, saben que las palabras pueden herir muchísimo. Por ello, miden lo que dicen y cómo lo dicen.
- Entiende que cada persona es diferente. Comprenden que cada persona tiene unas necesidades y que todos somos diferentes. Saben tratar a cada persona acorde a sus circunstancias.
Empatía y compasión. ¿cuál es la diferencia?
La empatía es la capacidad de sentir las emociones que sienten los demás. Sin embargo la compasión implica sentir esto, pero además incluye el deseo de ayudar. Es decir, para tener compasión, hay que ser empático. Esto quiere decir que sientes el dolor de la otra persona o puedes reconocer que pueda sentir ese dolor, pero además, intentas que el sufrimiento que está llevando dicha persona sea lo más liviano posible.
Empatía y asertividad.
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es una habilidad comunicativa que se puede considerar que está en medio entre formas pasivas y agresivas de expresar cómo nos sentimos acerca de algo que ha sucedido. Es una forma de comunicarse, de interactuar y también de opinar, tomando una postura que no es ni pasiva, es decir, dejando a un lado lo que ellos sienten, o agresiva, es decir, sin tener en cuenta lo que el otro está sintiendo.
Se trata de encontrar el equilibrio llegando a transmitir al otro de manera honesta lo que siente.
¿Cuál es la relación entre asertividad y empatía?
Estas dos cualidades están muy relacionadas porque para poder comunicarse de manera asertiva, es necesario ser empático, es decir, entender lo que siente el otro, para así poder comunicarte con él, teniéndolo en cuenta.
El diálogo es óptimo cuando las dos personas son asertivas y empáticas, ya que ambas pueden comprender lo que la otra está sintiendo, aprender de los puntos de vista que son ajenos.
Empatía con uno mismo
Así como hablamos de empatía como respeto, aceptación y comprensión hacia los demás, también es necesario conocer la importancia de tener empatía con uno mismo. Las personas empáticas con el otro, muchas veces solo se enfocan en los demás, pero no en ellas mismas, en sus emociones y sentimientos. Esto implicaría que no hay un equilibrio entre el cuidado que ofrece al otro y el que se brinda así misma. Son personas que suelen creer que pensar en uno mismo es egoísmo. Por ello es muy importante aprender a amarse, cuidarse y respetarse tanto como lo hacen con los demás. Para ello es necesario conocerse y escucharse y validar las emociones que está sintiendo.
Neuronas espejo y empatía
Tras varios estudios con animales, específicamente con monos cuya especie es Maccaca nemestrina, se descubrieron las neuronas espejo en la corteza prefrontal motora, es decir, aquella que tiene como especialización planificar, seleccionar y ejecutar movimientos.
Después de estos experimentos con monos, se investigó en seres humanos y comprobaron que nosotros también teníamos dichas neuronas.
Las neuronas espejo se disparan de la misma manera cuando realizamos una acción o cuando observamos a otro que la hace. Esto explica por qué los niños aprenden imitación y también nos ayuda a entender la empatía ya que vemos el comportamiento del otro como si fuera nuestro y por tanto podemos comprenderlo mucho mejor.
Se ha visto que la actividad de las neuronas espejo de las personas empáticas es mucho mayor que de las que no lo son.
¿No te ha pasado alguna vez que una persona se ha caído, has visto cómo ha sufrido por la herida que se ha hecho, y la has sentido como si fuera tuya? Esto te sucedió porque se activaron tus neuronas espejo.
Esto no ocurre tan solo cuando sucede algo malo, también pasa cuando una persona sonríe o está feliz. Como por ejemplo cuando vemos a un niño reír y sin darte cuenta también lo estás haciendo tu.
Beneficios de la empatía
Algunos de los beneficios que te puede traer ser empático son:
- Relaciones sociales, ya que tener consciencia de lo que el otro siente hace que la otra persona se sienta mejor contigo.
- A nivel laboral. La empatía en el mundo laboral y empresarial, es esencial para reconocer y satisfacer las necesidades de nuestros clientes o de nuestros trabajadores. Esto es el “bumerán” que necesitamos ya que si somos empáticos con nuestros clientes estos volverán y si somos empáticos con nuestros trabajadores se sentirán más comprometidos con la empresa y trabajar más motivados, por lo que su trabajo será mejor.
- Con tu pareja, ya que llevará a tener una relación mucho más liviana, sobre todo si los dos lo son.
- Para la salud personal y del otro, ya que implica una disminución del estrés.
- Disminuye la negatividad en el mundo. tener empatía puede hacer que ya no se ayude tan solo a tus amigos o familia, sino que también se realicen buenos actos a vecinos o a personas que no conocemos. Esto produce mayor bondad colectiva y disminuye la negatividad.
Cómo fomentar la empatía
A continuación, te muestro algunas tareas que pueden ayudarte para trabajar la empatía.
- Trabajar la escucha activa, para ello es necesario empezar a escuchar al otro con presencia, centrándote en el momento presente, poniendo toda la atención en lo que te está queriendo transmitir. En muchos momentos tu cabeza, tus pensamientos, se irán hacia lo que estás pensando, pero se trata de amablemente dejar esos pensamientos a un lado para volver a centrarte en el otro. Es una práctica que puedes ir empezando en cualquier conversación que tengas con amigos o familia, por ejemplo.
- Trabajar la escucha no verbal: un ejercicio que puede ayudar mucho para trabajarla es ponerte delante de una persona, pero olvidar todo lo que te transmite con palabras, tan solo centrarte en lo que te está diciendo a través de su lenguaje no verbal. Céntrate en los gestos, las miradas, movimientos, observa su postura corporal o lo silencios.
- Trabajar los juicios, para ello es muy bueno el ejercicio de “sal de tus zapatos para ponerte en los de los demás”. Para ello es necesario buscar a personas que te cueste entender o comprender, es decir, ser empático. Aquellas que incluso te generen rechazo porque piensas que jamás actuarías con ellas. Esfuérzate en encontrar un rato para escucharla, preguntando el por qué actúa así, qué le ha llevado a tomar esa decisión o qué está sintiendo. Creo que podrías sorprenderte al entender a la otra persona un poco mejor, o al menos de manera diferente.
- Apuntarse a teatro: el teatro puede servir de terapia por muchas razones, pero también puede ser una gran herramienta para trabajar la empatía, ya que al tener que interpretar diferentes papeles, sobre personajes que pueden ser parecidos a ti pero también muy diferentes, hace que te pongas en situaciones que jamás hubieras pensado, por lo cual hace que entiendas lo que se puede sentir en ellas mucho mejor.
- Trabajando la empatía con uno mismo. ¿Cómo podrías ser empático con los demás, si no eres capaz de serlo contigo mismo? Quizá el primer paso es intentar entender, comprender, aceptar con amabilidad lo que uno siente para así poder verlo en el otro.
- Trabajar la comunicación asertiva: intentando no posicionarte ni en la comunicación pasiva ni tampoco en la agresiva.
- Hazte eco de las emociones que percibes en las personas con las que te relacionas. Puedes repetir con distintas palabras su mensaje, para de esta manera mostrar no sólo tu interés, sino también que lo has entendido y te sientes totalmente involucrado y afectado por la situación que esta persona trata de mostrarte.
Si te dicen por ejemplo, “Vaya, estoy fatal, me han suspendido, con todo lo que había estudiado”, tu puedes apostillar a continuación :”ya…te entiendo perfectamente. Cuando estudias tanto, y los resultados no son los que esperabas, se te quitan las ganas de todo…”
Así sentirá que lo has entendido, y conseguirás que empiece a detallar y a expresar más pormenorizadamente sus sentimientos. Esa es la fórmula para demostrar la empatía.
Cómo trabajar la empatía en niños
Para poder enseñar a un niño o una niña a ser empático, lo primero que debe hacerse es mostrarte empático hacia él o ella. Como ya sabemos, los niños aprenden en su mayoría por observación e imitación. Por ello nosotros debemos ser su mayor ejemplo.
Trabajar la empatía con los niños, tiene mucha importancia ya que permitirá que puedan conectar con sus propias emociones y también con las de los demás. De ahí su importancia.
Aquí te presento algunos ejercicios que se podrían hacer con un grupo de niños para fomentar la empatía:
- “Ponte en mis zapatos.” Para realizar este ejercicio, los niños se sentarán en círculo y colocarán sus zapatos en el compañero de la izquierda. La persona que está explicando el juego le hará unas preguntas a cada niño, el cual tendrá que responder como si fuera el compañero que ha puesto sus zapatos detrás de él. Este es un gran ejercicio para intentar comprender cómo se siente o cómo actuaría su compañero.
- “La caja de los sentimientos”: se prepara una caja en la que cada niño tendrá que escribir en un papel aquello que le haya hecho sentir mal hoy. Mas adelante, cada niño leerá un papel al azar y tendrá que crear una solución para este problema.
- “Dibuja a tu compañero”: en esta actividad cada niño escribirá su nombre en un papel, para más adelante, repartir al azar un papel para cada compañero. De esta manera, cada niño tendrá que dibujar al compañero que le haya tocado en el papelito, describiendo su personalidad, sus rasgos positivos. De esta manera el niño tendrá que ponerse en el lugar de su compañero para describirle.
Desde el centro de psicología Canvis, podemos ayudarte para trabajar la empatía, y así mostrarte los beneficios que puedes tener si te conviertes en una persona más comprensible tanto con los demás cómo contigo mismo.
Bibliografía
https://www.psicoglobal.com/blog/empatia–desarrollo https://www.cuerpomente.com/psicologia/desarrollo–personal/beneficios–empatia_933 https://lamenteesmaravillosa.com/neuronas–espejo–y–empatia/
https://www.mundopsicologos.com.ar/notas/asertividad–y–empatia–dos–habilidades–socialesque–van–de–la–mano
https://aquavitacoaching.com/7–ejercicios–para–mejorar–tu–empatia–y–ser–emocionalmentecompetente/
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https://www.bebesymas.com/educacion–infantil/15–actividades–juegos–para–trabajar–empatianinos
Laura Patón Sánchez – Migallón
Psicóloga residente en el centro de psicología Canvis.
Grado en psicología. Universidad de Granada.
Máster en psicología general sanitaria. UNIR.
Terapeuta transpersonal