Tratamientos psicológicos subvencionados parcialmente para personas con invalidez reconocida

Recibir un  pronóstico de invalidez o incapacidad reconocida es una condición determinante que restringe o anula la aptitud laboral para trabajar.

En algunos casos el grado de disminución de la capacidad de trabajo tiene un nivel de incapacidad parcial, este nivel permite a la persona continuar trabajando en el mismo cargo laboral aunque sí verá restringida la realización de algunas tareas que puedan acarrear dolencias.  Sin embargo, las personas que reciben un nivel de invalidez permanente total, absoluta y gran invalidez no pueden ocupar su posición habitual.

La invalidez o incapacidad no sólo supone limitaciones laborales, a nivel emocional es un impacto importante ya que supone un proceso de cambio y de adaptación en el ritmo de vida del individuo y probablemente de sus allegados.

Los psicólogos de Canvis no somos ajenos a la realidad económica, familiar y social actual que sufren las personas con invalidez reconocida. Sabemos lo difícil que resulta habituarse a la nueva realidad en la que se encuentran ante diversas dificultades al producirse el cambio brusco en su ritmo y nivel de vida.

Por ello, el centro sanitario de psicología clínica Canvis de Barcelona, ha creado un programa de tratamientos psicológicos subvencionados parcialmente destinado a las personas con invalidez o incapacidad reconocida y escasos recursos económicos que necesitan apoyo por parte de un psicólogo profesional.

El apoyo psicológico a personas en situación de invalidez o incapacidad reconocida por parte de los psicólogos de Canvis tiene honorarios reducidos en diferentes modalidades de terapia para que, todas las personas que lo requieran y necesiten, puedan acceder a una atención psicológica profesional y de calidad.

Para acceder a una subvención parcial en el coste de las diferentes modalidades de terapia incluidos en el programa subvencionado por el centro de psicología Canvis de Barcelona es necesario acreditar estar en situación de incapacidad total, absoluta o gran invalidez en el momento de inicio del tratamiento mediante la presentación de la tarjeta o informe que acredite dicha invalidez.

En el programa de subvenciones parciales en terapias y tratamientos psicológicos a personas con invalidez reconocida y familiares directos del centro de psicología clínica Canvis de Barcelona están excluidos los siguientes trastornos:

  • TMS – trastorno mental severo
  • TLP – trastorno límite de la personalidad
  • Adicciones

Ante situaciones inesperadas, como la incapacidad permanente, las personas pueden atravesar diferentes etapas emocionales. Estas etapas pueden mantenerse en un periodo de tiempo más o menos largo p ser solucionadas por el reemplazo de otras actividades más o menos adaptativas.

La invalidez reconocida es interpretada por medio de una doble compostura: la situación individual (entendiendo su intensidad y extensión) y la transcendencia psicológica que puede tener ciertas repercusiones a nivel individual, social y familiar.

Cuando un individuo se ve afectado por la noticia de invalidez reconocida, la principal tarea a la que se enfrenta es la adaptación a una condición que hasta el momento era desconocida. Esta nueva situación, viene acompañada de la adopción de un nuevo estilo de vida y en ocasiones reacciones emocionales como el miedo, la tristeza, la ansiedad, la angustia, un estado depresivo, la ira, la rabia, el llanto y la desesperanza, entre otras. Estas respuestas afectivas son valoradas como conductas normales, siempre y cuando la duración, intensidad o frecuencia no sean desmesuradas o perjudiciales en el funcionamiento del individuo.

El papel del psicólogo es atender la parte emocional del afectado para enriquecer su calidad de vida, fortaleciendo sus relaciones significativas que le aportan amistad, cariño y contención, además de favorecer el desarrollo de aptitudes adaptativas que posibilitan su vinculación con el ambiente y potencie un mejor estado emocional.

La familia es entendida como el apoyo fundamental de las personas son invalidez, en tanto que, si un miembro de la familia se ve perjudicado en la realización de su actividad laboral, los miembros de la familia son sensibles al cambio. A nivel familiar, la invalidez trae consigo un proceso de adaptación en el hogar a las nuevas circunstancias e incluso en algunas ocasiones la persona afectada necesita cuidados.

Estos cuidados pueden suponer cambios en la estructura debido a que la asistencia de personas con invalidez es una responsabilidad que podría comprometer de forma natural a los familiares, alterando los roles que cada uno desempeñaba previamente.

En algunas ocasiones, los hijos de personas con invalidez deben tomar una postura de mayor responsabilidad en el cuidado de los padres, involucrándose en un mayor número de competencias del hogar cuando estas figuras se vuelven dependientes en la realización de algunas tareas. Por lo tanto, las obligaciones cambian en relación al momento vital y la madurez de los hijos y en aquellas situaciones en las que el cuidador es un adolescente o un adulto relativamente joven, éstos se encuentran en la posición de asumir un rol ante el cual no se encuentran preparados.

En esta fase, los amigos son la figura más relevante, siendo importantes para su desarrollo y con la necesidad de disfrutar de ellos, por eso no es fácil adoptar una postura de cuidador en edades tan tempranas. En el caso de la edad adulta, es posible que entre los progenitores y los hijos ocurra una transformación de roles, es decir, que los hijos tomen una postura de atención de sus padres.

También se podría dar la circunstancia de que los hijos de padres con invalidez a su vez tengan hijos. En esta situación los hijos pueden experimentar una obligación que se ve duplicada y si además todos ellos comparten la misma vivienda, es posible que se viva una tirantez destacable en la casa.

Los niveles de invalidez permanente pueden ser: parcial, total, absoluta y gran invalidez.

  1. La incapacidad parcial es un derecho que, a excepción de los autónomos, los trabajadores que lo reciben tienen la opción de continuar trabajando en el mismo cargo laboral, aunque sí verán restringida la realización de algunas tareas que puedan acarrear dolencias.
  2. La incapacidad total indica que los trabajadores no podrán dedicarse a su profesión habitual, pero sí podrán solicitar la realización de otro puesto de trabajo acorde a su situación.
  3. La incapacidad absoluta se concede cuando no se puede trabajar en ningún tipo de profesión con un mínimo de constancia, dedicación y profesionalidad.
  4. La gran invalidez es un complemento a la pensión que ya se recibe.

A continuación, podrán encontrar las enfermedades físicas o psíquicas que pueden dar paso a una discapacidad laboral: artritis reumatoide, cardiopatías, depresión crónica, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, fatiga crónica, fibromialgia, glaucoma, hipoacusia, insuficiencia renal crónica, obesidad mórbida y pérdida de visión, sensibilidad química.

Situaciones clínicas beneficiarias de la subvención parcial por invalidez reconocida:

Tipos de terapia incluidas en la subvención parcial por invalidez reconocida:

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