Los problemas de comunicación son mucho más frecuentes de lo que se puede creer. A muchos de nosotros nos cuesta expresar nuestros sentimientos, decir nuestras opiniones de forma abierta y natural, mostrar enfado o desacuerdo, pedir ayuda o colaboración, etc. Esto nos lleva a una falta de entendimiento con las personas que nos rodean y por lo tanto a mantener relaciones que no son satisfactorias, en los distintos ámbitos de nuestra vida: familia, pareja, trabajo, etc. Por lo tanto dotarse de unas buenas habilidades sociales va a mejorar enormemente nuestras relaciones y en consecuencia nuestra vida diaria.
Vamos a ver algunos de los errores más frecuentes en la comunicación familiar, de pareja y en el trabajo, y cómo mejorar la comunicación potenciando nuestras habilidades sociales:
- a) Errores de comunicación en la familia
- b) Errores de comunicación en la pareja
- c) Errores de comunicación en el trabajo
- a) ERRORES DE COMUNICACIÓN EN LA FAMILIA
Una comunicación ineficaz se encuentra en la base de muchos de los conflictos que surgen en nuestras familias. A menudo, cometemos errores a la hora de comunicarnos, que se van manteniendo a lo largo del tiempo sin que ni siquiera ser conscientes de ellos.
Hay una serie de obstáculos que ocurren durante el proceso comunicativo que impiden que fluya de manera efectiva. Otras veces, podemos pensar que el problema es la falta de comunicación, pero incluso los silencios forman parte del proceso comunicativo.
Vamos a analizar cuáles son los errores más frecuentes que aparecen en la comunicación entre los miembros de la familia. ¿Por qué discutimos por cualquier cosa? ¿Por qué sentimos que nos falta conexión? ¿Cómo conseguir que la relación con nuestros hijos sea más positiva?
- Principales errores de comunicación en familia:
– Interferencias que entorpecen la fluidez: cualquier elemento que dificulta que la comunicación sea clara, directa y entendible se convierte en una interferencia que perjudica el buen entendimiento. Por ejemplo los ruidos, hacer varias cosas a la vez, usar el móvil.
– Interpretaciones, suposiciones, prejuicios: cuando en lugar de escuchar de forma plena al otro, creemos que ya sabemos lo que nos quiere decir, pensamos que en realidad está diciendo otra cosa, en realidad nos estamos escuchando a nosotros mismos y no dejamos que nos llegue el mensaje de la otra persona. Por ejemplo con expresiones del tipo “no hace falta que sigas que ya te veo venir”, “ahora vas a empezar a decir lo mismo de siempre”.
– Complejidad del mensaje: que nuestro mensaje no sea comprensible para la otra persona es un error que podemos cometer fácilmente cuando hablamos con nuestros hijos, sobretodo con los más pequeños.
– Pensar que mi opinión es la única válida: es también un error frecuente en cualquier tipo de relación, pero cuando los roles están jerarquizados como pasa con los padres/madres-hijos, puede llevar a un abuso de poder que no siempre está justificado.
– No respetar las normas de cortesía: el exceso de confianza que se da entre los miembros de una familia puede nos puede llevar a descuidar normas tan básicas como dar las gracias, decir lo siento, pedir las cosas por favor, decir buenos días, buenas noches, despedirnos de forma correcta. Y aunque estas faltas pueden no generar un conflicto evidente, descuidarlas es un error que empeora la relación.
– Uso de reproches, acusaciones o la falta de respeto: muchas veces se convierten en un hábito en la comunicación familiar, también facilitado por el exceso de confianza, con expresiones del tipo: “¡y tu qué sabes!”, “¡a mi qué me importa!”, “seguro que has vuelto a ser tu”, etc.
– No decir aquello que nos molesta: aunque los silencios son necesarios y a veces imprescindibles para no agravar un conflicto, si nos callamos siempre que algo nos molesta ya sea para evitar discusiones o por creer que no vale la pena decir nada, se van acumulando problemas no resueltos, además de ira y frustración.
– Amenazas, órdenes, sermones: su uso no favorece la comunicación sana, a menudo es un síntoma de que ya no sabemos cómo decir o pedir las cosas de una forma positiva, y su uso acaba acarreando un tipo de relación tóxica. Es también frecuente entre padres/madres-hijos, con expresiones del tipo “si no haces tal cosa te quedas sin poder jugar”, “tienes que hacer esto porqué lo digo yo y punto”.
– Comparaciones: su uso inadecuado puede generar mucho malestar entre los miembros de una familia, sobretodo entre hermanos, generando frustración y falta de autoestima. Es por ello que debemos ser muy conscientes de su uso.
- ¿Como podemos mejorar la comunicación entre los miembros de nuestra familia? Existen una serie de habilidades sociales que permiten que nuestra comunicación sea positiva y satisfactoria, y todas estas habilidades pueden ser entrenadas y puestas en práctica en nuestro día a día:
1- Empatía: ponernos en en lugar del otro. El vínculo entre padre/madre- hijo facilita la oportunidad de desarrollar la capacidad de empatía desde la infancia. Podemos enseñar a nuestros hijos a escuchar a los demás, a entender qué sienten o piensan los otros. Si hablamos y compartimos con nuestros hijos nuestros propios sentimientos y emociones, de forma natural, desde el cariño, facilitamos que puedan ir entendiendo a los demás y se puedan poner en lugar de las otras personas. Para ello es fundamental practicar una escucha activa, ver al otro de forma plena y consciente.
2- Asertividad: este tipo de comunicación se caracteriza por ser respetuosa, honesta, directa, permitiendo expresar nuestros pensamientos, sentimientos, deseos de forma clara, teniendo en cuenta a los demás. En la relación con nuestros hijos es importante que usemos este tipos de comunicación, ya que además somos un modelo para que ellos la puedan aprender. De esta forma fomentamos un espacio de comunicación libre, claro y honesto basado tanto en el respeto a uno mismo como a los demás.
3- Solución de conflictos: en lugar de dejarnos llevar por un problema y hundirnos con él, debemos ser capaces de tomar las riendas de la situación y hacer esfuerzos para resolverlos. Cualquier conflicto es una oportunidad para poner en práctica lo mejor de nosotros mismos y enseñar estrategias positivas para que nuestros hijos superen sus problemas. Saber manejar conflictos familiares es una habilidad, una herramienta que proporcionamos a nuestros hijos para que les permita crecer y ser autónomos.
- b) ERRORES DE COMUNICACIÓN EN LA PAREJA
Una comunicación sana y positiva es una de las claves para que nuestra relación de pareja sea satisfactoria. Todas las parejas podemos cometer errores en nuestra comunicación y no por eso significa que nuestra relación tenga que ir mal. Aunque en una relación de pareja que no funciona, los problemas de comunicación suelen estar en la base de muchos conflictos.
La comunicación entre los miembros de una pareja no siempre indica bienestar y entendimiento si no es una comunicación sana y positiva. En una relación es imposible no comunicar, ya que incluso el silencio nos está diciendo algo.
- Veamos primero las tres formas de expresión o estilos relacionales que podemos encontrar en una relación:
1- Estilo pasivo: la persona no defiende sus derechos, se niega a sí misma. El mensaje que da es “los otros son más importantes que yo”, “yo no cuento”, “tengo que cuidar de los otros, no de mi”. Este estilo se mantiene que ya conlleva una serie de beneficios: la persona es valorada por los demás ya que siempre está disponible. Pero el problema es que los otros pueden aprovecharse, y esto acaba generando resentimiento.
2- Estilo agresivo: la persona utiliza amenazas, acusaciones, reproches, y no tiene en cuenta los derechos de los demás. Este estilo de comunicación se mantiene por los beneficios que conlleva: sensación de control, conseguir lo que uno quiere. Pero el problema es que genera miedo, tensión y resentimiento a su alrededor.
3- Estilo asertivo: la persona expresa su opinión, sin intentar imponerse al criterio de los demás. Permite un mejor control de las relaciones con el otro.
- Además de los errores que hemos mencionado anteriormente al hablar de las familias, los principales errores de la comunicación que se dan en la pareja son:
– Creer que cuanta más comunicación mejor irá la relación. El problema en la comunicación no está en la cantidad sino en la calidad. Si la comunicación es tóxica comunicarse mucho no va a resolver el problema.
– Esperar que el otro adivine nuestras necesidades. Es un error frecuente pensar que el otro ya debe saber lo que yo quiero, deseo o pienso. Esperar que nuestra pareja lea nuestra mente o interprete de forma correcta nuestro lenguaje no verbal nos conduce inevitablemente a la frustración. Del mismo modo, creer que sabemos todo lo que quier o piensa nuestra pareja, también es un error.
– Evitar comunicarnos de forma clara para no caer en conflictos, o ceder constantemente. Si no afrontamos un conflicto o no somos capaces de expresar nuestras necesidades de forma clara, vamos acumulando problemas no resueltos, que acabaran generando rencor, frustración y desconexión.
- ¿Cómo mejorar la comunicación con nuestra pareja? Igual que hemos explicado al hablar de la familia un buen manejo de las habilidades sociales será imprescindible para que la relación sea satisfactoria. Será imprescindible la la escucha activa, la empatía, la asertividad y la correcta gestión de los conflictos.
Vamos a centrarnos en la comunicación asertiva. Algunas de las claves para el comportamiento asertivo son:
– saber adaptarnos a la situación en la que estamos. Debemos ser pacientes y buscar el momento y el sitio adecuado cuando queremos comunicar algo. Por ejemplo, si queremos decir algo a nuestra pareja, pero ésta ha llegado muy cansada del trabajo y justo empieza su serie favorita, es muy probable que no esté receptiva.
– expresar ideas, sentimientos, opiniones de forma clara, tranquila, directa, siempre en primera persona y sin hacer reproches. No es lo mismo decir “todos los maridos regalan algo a sus mujeres por su cumpleaños menos tu”, que decir “para mi es importante recibir regalos el día de mi cumpleaños”.
– cuando queremos pedir algo, debemos valorar si esta petición es deseable para la otra persona. Y es mejor pedir las cosas de una en una.
Estos son algunos ejemplos, pero existen muchas técnicas para trabajar nuestras habilidades sociales mejorando así la comunicación con nuestra pareja y en consecuencia nuestra relación.
- c) ERRORES DE COMUNICACIÓN EN EL TRABAJO
Una de las claves para tener éxito en nuestro entorno laboral es la correcta comunicación con los demás. Una comunicación eficaz es imprescindible para tener éxito en el trabajo y que nuestras relaciones laborales sean productivas y satisfactorias.
Si ocupamos puestos de responsabilidad, nuestros resultados van a depender de los resultados de nuestro equipo y una buena comunicación será imprescindible. Si trabajamos en equipo o colaboramos en proyectos con otras personas, las relaciones que mantengamos entre nosotros van a influir directamente en nuestros resultados. Lo mismo ocurre si trabajamos de cara al público. Y si somos emprendedores una relación óptima con nuestra red de contactos será fundamental.
- Pero existen errores en la comunicación que se dan en el entorno laboral que son comunes y que debemos evitar. Vamos a ver algunos de ellos:
– No escuchar. En el trabajo, la escucha pobre o inexistente es señal de falta de interés o despiste, además nos puede llevar a cometer errores que acarrean consecuencias tanto para nosotros como para el resto del equipo o la empresa. Interrumpir constantemente o estar pensando en otras cosas mientras nos comunican algo es fuente de malentendidos e irritabilidad.
– Acusar y/o señalar en público. Señalar a los otros cuando hay un problema genera agresividad y sentimientos de culpa y genera actitudes tóxicas en las relaciones laborales. Cuando estas acusaciones se producen en público todavía empeoran más la situación.
– Exceso de ego: querer ser siempre el centro de atención cuando no es el momento, preocuparnos sólo de nosotros mismos, e incluso atribuirnos méritos que o son nuestros, implica no tener en cuenta a los demás y por lo tanto empobrece la relación.
– Pensamiento polarizado: cuando pensamos y nos expresamos en términos extremos: “nunca conseguiremos nada”, “siempre se equivoca”, etc.
– Maximizar y minimizar: tendencia a evaluar los acontecimientos dando mayor importancia a los negativos y minimizando los positivos: “no le da importancia a lo que hago”, “es un exagerado”.
– Etiquetar: tanto a las personas como a los sucesos: “las mujeres hablan demasiado”, “los hombres deben ocupar los puestos de poder”.
- ¿Como mejorar nuestras habilidades sociales en el trabajo?
Manteniendo una escucha activa, atendiendo a lo que mes están diciendo, a lo obvio, poniendo en duda nuestras interpretaciones o prejuicios e intentar contrastarlos con la información objetiva que tenemos.
Fomentando la empatía: interesándonos por la opinión de los demás, escuchando aquello que nos dicen, dando muestras de que les entendemos y comprendemos.
Empleando una comunicación asertiva, defendiendo nuestros derechos respetando los de los demás. Dando nuestra opinión de forma clara, sincera y respetuosa. A la hora de proporcionar feedbak a alguien buscaremos el momento y el lugar adecuado. Tanto si lo que tenemos que decir es negativo como positivo, convertir nuestras observaciones en algo constructivo.
Gestionando correctamente la toma de decisiones y la resolución de conflictos. Buscar el momento adecuado, sin precipitarnos, pero tampoco demorando el momento ya que podemos dejar pasar oportunidades únicas. Analizar todas las opciones posibles, los distintos caminos, para encontrar el adecuado, pero sabiendo lo que podemos controlar y lo que no, y en consecuencia debemos ser flexibles para adaptarnos a las circunstancias, sin perder el objetivo.
- En el Centro de Psicología Canvis, de Barcelona, nuestro equipo de psicológos/as, te pueden ayudar a mejorar la comunicación con las personas que te rodean, en distintos ámbitos, como la pareja, las amistades, la familia y el trabajo. Ya sea a través de nuestros talleres, o con terapia individual o grupal, ajustándonos a tus necesidades personales.
“Siendo más conscientes de nosotros mismos, del tipo de comunicación que establecemos con los demás, detectando nuestros errores y trabajando para mejorar nuestras habilidades sociales, vamos a conseguir una vida mucho más plena y satisfactoria en todos los ámbitos de nuestra vida.”
Psicóloga Emma de las Heras Mayor
Licenciada en Psicologia por la Universidad de Barcelona
Formada en Terapia Gestalt (Institut Gestalt)
Máster en Psicología General Sanitaria (Universidad Internacional de la Rioja)