El Trastorno Histriónico de la personalidad (THP) se caracteriza por presentar excesiva emotividad, búsqueda de la atención de los demás y manifestar emociones y comportamientos excesivamente dramáticos. Estos patrones de comportamientos suelen comenzar en las primeras etapas de la edad adulta y se manifiestan en diferentes contextos. Según los datos obtenidos del Nationational Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions (NIAAA) en 2001-2002 la prevalencia de este trastorno es del 1,84% (American Psychiatric Association, 2014).
Para su diagnóstico se deben cumplir al menos cinco criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5th ed. (APA, 2014) y éstos criterios son:
- Se siente incómodo/a en aquellas situaciones en el/la que no es el centro de atención.
- Presenta un comportamiento sexualmente seductor/a cuando interacciona con los demás.
- Tiende a cambiar sus emociones rápidamente.
- Para llamar la atención de los demás utiliza el aspecto físico.
- Utiliza un discurso vago que carece de
- Tiende a autodramatizar, a mostrar teatralidad y expresar sus emociones de forma
- Puede ser influenciado/a fácilmente por los demás.
- Sus relaciones las considera más íntimas de lo que realmente
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Este trastorno se describió de forma oficial y por primera vez en el DSM-III en 1980, sustituyendo a la personalidad histérica del psicoanálisis.
Hipócrates fue quien por primera vez introdujo el término Histeria y lo describió como una consecuencia de un útero que está seco que se elevaba a la garganta para buscar la humedad, el cual impedía la respiración. Los efectos de este “útero frustrado” afectarían a las vírgenes y viudas (Bogousslavsky, Walusinski, Veyrunes, 2009; citado en Novais, Aráujo y Godino, 2015).
Hasta mediados del siglo XIX no se establecieron unas hipótesis más sofisticadas de la histeria, por lo que de forma progresiva la interpretación de este síndrome fue cambiando y pasó de basarse en la anatomía femenina a un conjunto de recurrentes síntomas. Por su parte, Ernst Von Feuchterleben describió a las mujeres que sufrían este síndrome como personas que tenían una alta activación sexual, eran egoístas y “que padecían un exceso de saciedad y aburrimiento”. Por su parte Griesinger describió la personalidad histérica como personas que tenían una alta inestabilidad emocional, caprichosa, maliciosa, celosa y con tendencia a engañar. En 1875, Charcot introdujo la hipnosis como una terapia efectiva para aliviar los síntomas de la histeria (Millon, Grossman, Millon, Meagher y Ramnath, 2006).
En 1895, Freud y Breuer publicaron los “Estudios sobre la histeria”, en el que se incluía el caso de Anna O, y del cual formularon tres tipos de histeria: la de defensa, la de retención y la histeria hipnoide (Breuer y Freud, 1955; citado en Novais et al., 2015). Freud propuso que la histeria era un trastorno causado por falta de “evolución libidinal” (preparando el terreno para el comienzo del complejo de edipo), por lo que el efecto sería la falta de concepción debido a la incapacidad que tiene la histérica para vivir una relación madura. Con esta conjetura desafía la idea que se tenía sobre que la histeria era causada por falta de concepción y maternidad. Por lo tanto, los síntomas de la histeria serían la expresión de no poder satisfacer el impulso sexual del paciente. También añadió, a este paradigma, el “beneficio primario” y “ventaja secundaria” que están relacionados con el uso de éstos síntomas para satisfacer los deseos del paciente (Tasca et al., 2012; citado en Novais et al., 2015) .
Así mismo, Freud empezó a explorar las experiencias traumáticas que pasaban en la familia para dar una explicación a la histeria. Vió que los sentimientos inaceptables que tenían relación con la seducción eran reprimidos y se convertían en síntomas somáticos. Después descubrió que esto era falso, y se centró en los factores intrapsíquicos, por lo que los pacientes no reprimen los acontecimientos reales, sino sus propias fantasías sexuales (Slipp, 2014; citado en Novais et al., 2015).
Por su parte Easser y Lesser (1965; citado en Novais et al., 2015) buscaron integrar dos enfoques diferentes, la de la escuela de psicología del ego y la teoría de la líbido de Freud. Por lo que propusieron una clasificación de la histeria en dos extremos: por un lado estaba la personalidad histérica y en el otro extremo la personalidad “histeroide” (limítrofe).
Por otro lado, Theodore Millon y otros autores, según el modelo de aprendizaje biosocial, este tipo de personalidad podría manifestarse a partir de patrones inconscientes de refuerzo que fueron proporcionados por los padres u otras personas (Blaney et al., 2015; citado en
Novais et al., 2015). Por su parte los cognitivistas Beck et al. (2004; citado en Novais et al., 2015) propusieron que las personas histriónicas creen que los cuidadores no son de fiar por lo que deben ser manipulados, y sus ideas manifiestas eran “soy inadecuado e incapaz de manejar la vida por mi cuenta” y “es necesario ser amado por todos, todo el tiempo”.
VARIANTES DE LA PERSONALIDAD HISTRIÓNICA
Existen subtipos de la personalidad histriónica (Millon et al., 2006):
- Histriónico teatral: es romántico y busca la atención de los demás, es una ilustración del patrón histriónico básico. Son personas que viven para venderse a sí mismos y se mueven como camaleones para adaptarse en función de la demanda social, por lo que cambian según la audiencia y circunstancia. Se transforma, se crea y se envuelve en una envoltura para potenciar su atractivo para el mercado. Este tipo de histrionismo es como una concha vacía, en el que el contenido no tiene valor, ya que tener una identidad propia puede limitar su maniobra. En este subtipo, existen también algunas subvariantes. Las mujeres aparecen vestidas con ropa sexy y llamativas joyas, las cuales unas pueden parecer auténticas modelos, mientras otras pueden verse sin estilo ni gusto. En el caso de los hombres, aquí se incluyen “chicos guapos” que moldean su cuerpo mediante el culturismo representando la figura de masculinidad sexual potente, pero también podemos encontrar hombres que potencian su intelecto o éxito económico.
- Histriónico infantil: representa una mezcla de personalidad histriónica y límite, ya que muchos histriónicos tienen características dependientes. A través de la sexualización prematura de las relaciones para atraer a los demás, provoca que experimenten gratificación y menos frustración, por lo que no necesitan desarrollar su propia Tiene la necesidad de ser el centro de atención, busca persistentemente sensaciones para conseguir el placer. Debido a que no desarrolla su propia identidad, es muy dependiente y exigente, busca la aprobación de los demás para mantenerse estable, y cuando no lo consigue suele oscilar entre la sumisión total y una profunda depresión. Tampoco puede modular su impulso básico por lo que sus emociones cambian de forma rápida, pasando del amor profundo a la rabia intensa.
- Histriónico vivaz: es la unión de la seducción con la energía de una persona hipomaníaca, dando como resultado a alguien que transmite atractivo, elocuencia, encantamiento e Por lo que resulta optimista, desinhibida y muy expresiva en sus relaciones interpersonales. Se mueve por necesidad de excitación y estímulo, provocando que se enamore fácilmente. Las personas que están en el rango normal suelen tener la capacidad de acabar lo que empiezan, comienzan nuevos proyectos y convencen a los demás, con energía y don de gentes para que se unan a ellos. Mientras que otros buscan satisfacer sus caprichos, los cuales no acaban lo que empiezan, rompiendo promesas y volviendo locos a sus compañeros.
- Histriónico apaciguador: aquí hay una combinación de características histriónicas, dependientes y compulsivas. Su principal objetivo es conseguir la aprobación de los demás, gustar a los demás y que ellos se conviertan en sus amigos. Para ello, elogia, alaba y hace sentir a los demás que haría cualquier cosa por ellos. Cuando ve que no lo consigue, intenta resaltar todas las cosas positivas que tienen, cuando hay desacuerdos intenta calmar la situación. En lugar de usar la venganza en aquellos que no ceden, se muestra como una víctima que sufre los infortunios de la vida para que los demás sientan compasión y comprensión. Bajo este estilo tan complaciente y amigable que muestra, se esconde un vacío, baja autoestima, sensación de inferioridad y dependencia.
- Histriónico tempestuoso: es una combinación de la personalidad histriónica y Presenta cambios de humor de forma intensa y variable. En su mejor momento destaca sus características histriónicas. La mayoría alterna períodos de excitación emocional de forma extrema como explosiones de ira y rabia acompañados de síntomas depresivos. Cuando se le provoca puede perder el control y si no recibe la atención que desea la busca de forma frenética que si no la consigue puede volverse una persona desesperanzada. Con el paso del tiempo puede volverse una persona resentida, envidiosa, que critica a los demás y malhumorada. Así mismo, puede tener preocupaciones por su salud, utilizando sus síntomas como un medio para llamar la atención y conseguir el amparo de los demás.
- Histriónico malicioso: tiene las características del histriónico y el Al comienzo se suele mostrar sociable, honesto, afectuoso para que los demás se confíen, pero al tener características antisociales, hace que sea manipulador para conseguir otras intenciones como romper promesas y comportarse de forma irresponsable. Si ve que los demás lo ven como una buena persona, al considerar esto como algo débil, puede comportarse de forma cruel para cambiar esta impresión.
ETIOLOGÍA
Aún no hay evidencia científica fidedigna que explique la relación entre desarrollar un THP y los factores temperamentales hereditarios.
Por otro lado, según Millon y Everly (1994; citado en Caballo, 2004) existen factores ambientales que pueden estar relacionados con la etiología y desarrollo de este trastorno como por ejemplo:
– Refuerzo parental de las conductas histriónicas: un niño que aprende conductas con las que consigue la atención y afecto de los padres mantiene esas conductas. El estilo de refuerzo que los padres le dan a estos niños pueden ser de tres tipos: castigo mínimo, refuerzo positivo contingente a la conducta condescendiente del niño y refuerzo positivo intermitente a esa conductas. Esto provoca que se mantenga el comportamiento del niño, por lo que este aprendizaje tendrán consecuencias para ellos como buscarán de forma incontrolada el refuerzo positivo cuando realizan ciertos comportamientos, dependerán de la aprobación de los demás para autoevaluarse y tenderán a comportarse de esta manera en diferentes situaciones y con diferentes personas.
- Modelos parentales histriónicos: si los padres presentan este tipo de comportamiento sus hijos aprenderán este tipo de modelo ya que creerán que son
- Aprendizaje de conductas manipulativas: esto suele llevarse a cabo debido a la rivalidad entre hermanos. Por lo que los niños aprenden ciertas estrategias para obtener el afecto y la aprobación de sus padres y de esta manera compiten con sus Como consecuencia interiorizan este tipo de estrategia y la extrapolan a lo largo de su vida y a otras personas distintas a su ámbito familiar.
COMORBILIDADES
El trastorno histriónico puede tener comorbilidad con otros trastornos de la personalidad como el antisocial, límite y/o narcisista. También con el trastorno somatomorfo, trastorno depresivo mayor, trastorno depresivo persistente y el trastorno de conversión.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Es muy importante poder hacer un buen diagnóstico ya que el THP puede presentar síntomas similares a otros trastornos. Pero si un individuo presenta características de personalidad que cumplen los criterios para uno o más trastornos pueden diagnosticarse todos (APA, 2014):
- Ciclotimia o Trastorno bipolar no especificado: ambos trastornos pueden presentar un carácter cambiante en la expresión de las emociones. Sin embargo, la diferencias que hay entre ellos es que los altibajos emocionales del THP no tienen una intensidad y duración tan amplias como los del trastorno del estado de ánimo.
- Trastorno Límite de la Personalidad (TLP): tanto el THP y el TLP pueden compartir síntomas de inestabilidad emocional y dificultades en las relaciones interpersonales, pero se diferencia en que en el TLP presenta sentimientos profundos de vacío, alteraciones de la identidad y los impulsos autodestructivos (APA, 2014).
- Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP): ambos pueden buscar la admiración y la atención de los demás, pero difieren en que el TNP busca esta admiración para ser halagado, mientras el THP busca dar una imagen de fragilidad y dependiente para que los otros estén por ellos (APA, 2014).
- Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP): tanto el TAP y el THP comparten la impulsividad, superficialidad, manipulación, pero el THP tienden a exagerar sus emociones y no se involucran en comportamientos antisociales (APA, 2014).
TRATAMIENTO TERAPEÚTICO
Según Caballo (2001c; citado en Caballo, 2004) para el tratamiento del THP podemos encontrar:
- Entrenamiento de la empatía: en el que se trabajaría la escucha activa, parafraseo y reflejar lo que la otra persona dice, y de esta manera pueda aprender a prestar atención a las personas de su alrededor y centrarse en los sentimientos de los demás.
- Terapia de integración de Horowitz: Este autor plantea la integración de aspecto psicoanalistas y cognitivo-conductuales, en las cuales se dividen en 4 fases:
- Fase 1: clarificar los fenómenos sintomáticos y establecer la alianza terapéutica.
- Fase 2: identificar y afrontar los cambios en el estado
- Fase 3: identificar y contraatacar los procesos defensivos de control que pueden ser un obstáculo para la
- Fase 4: identificar y ayudar al paciente a que pueda modificar sus creencias irracionales y contradicciones sobre los esquemas que tiene de sí mismo y de los demás.
- Terapia Cognitiva de Beck: en el que se realizaría un registro diario de los pensamientos, se entrenaría la solución de problemas en la asertividad y se cuestionan las creencias del
- Terapia de Valoración Cognitiva de Wessler: en el que se llevaría a cabo la autorrevelación para que el paciente se mantenga en contacto con la realidad, también se remarcaría las verbalizaciones que manifiesta el paciente y se usaría el humor para disminuir su estilo melodramático.
CONCLUSIÓN
Como hemos podido leer, el THP se caracteriza por patrones de emociones y comportamientos que se expresan de forma dramática para llamar la atención de los demás. Por lo tanto, es importante que se realice un buen diagnóstico para realizar un tratamiento adecuado y de esta manera, las personas que padecen este trastorno, puedan mejorar su calidad de vida y sus relaciones interpersonales.
Si crees que puedes sufrir este trastorno o si conoces a alguien que lo pueda padecer, recuerda que en el Centro de Psicología Canvis tenemos psicólogos con experiencia que pueden ayudarte. Así que no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
BIBLIOGRAFÍA
American Psychiatric Association. (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (5th ed.). Médica Panamericana.
Caballo, V. E. (Coord.). (2004). Manual de trastornos de la personalidad: Descripción, evaluación y tratamiento. Síntesis.
Novais, F., Araújo, A., y Godinho, P. (2015). Historical roots of histrionic personality disorder.
Frontiers in Psychology, 6, 1463. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2015.01463
Millon, T., Grossman, S., Millon, C., Meagher, S., y Ramnath, R. (2006). Trastornos de la personalidad en la vida moderna (2da ed.). Elsevier.
Psicóloga residente en el Centro de psicología Canvis
Nº colegiada: 26675
Máster en Psicología Cognitivo-conductual (ISEP)
Máster en Psicología General Sanitario (VIU)