¿Alguna vez has tenido noticia del enigmático Síndrome de Rapunzel?
Este síndrome tambien se conoce con el nombre de tricofagia y es probable que lo desconozcas, debido estraña naturaleza y baja incidencia en nuestra sociedad.
Sin embargo, es crucial familiarizarse con estos fenómenos y comprender su esencia, dado que sus efectos pueden ser sumamente trascendentales.
Por tanto, en este artículo, nos sumergiremos brevemente en el origen del síndrome, sus posibles causas y consecuencias, pero, sobre todo, exploraremos en profundidad el tratamiento más eficaz para afrontarlos.
Qué es la tricofagia y cuál es su relación con la tricotilomanía
Para hablar de la tricofagia, antes se debe hablar de tricotilomanía; ¿por qué? Porque el 30% de las personas que presentan el segundo trastorno, desarrollarán el primero.
La tricotilomanía es un cuadro clínico caracterizado por tirones repetitivos, compulsivos y autoinducidos del cabello, es decir, arrancarse el pelo; suele generar malestar o deterioro en diferentes áreas de la persona afectada y presenta intentos repetidos de disminuir la frecuencia o dejar de realizar dicha conducta. Aparece recogido en el DSM-V en el capítulo “Trastorno obsesivo compulsivo y trastornos relacionados”
Por otro lado, la tricofagia es un síndrome que consiste en ingerir pelo. También es conocido bajo el nombre de Síndrome de Rapunzel, debido a su semejanza con el cuento de los hermanos Grimm, escrito en 1812, que narra la historia de una joven que tiene el cabello tan largo que permitía al príncipe subir hasta la torre en la que ella estaba encerrada, tremendo por el mismo.
La tricofagia a su vez puede dar lugar a la formación de tricobezoares, que consisten en una acumulación de cabello sobretodo en el estómago, aunque pueden extenderse al intestino delgado.
Prevalencia, curso y evolución del trastorno
Se estima que la prevalencia de la tricotilomanía está entre el 1-2%, en población general en adultos y adolescentes, y la tricofagia aparece en el 30% de esos casos, tal y como se ha mencionado anteriormente.
Según la American Psychiatric Association (APA, 2014), la tricotilomanía ocurre con mayor frecuencia en mujeres, en una proporción 10:1 respecto a los hombres (en adultos y en adolescentes, pero no en infantes). Puede que esta diferencia venga dada porque existen diferencias de género y también culturales a la hora de buscar tratamiento en ambos sexos.
Además, el 40% de los casos no se diagnostican y más de la mitad de los diagnosticados no reciben una terapia específica, principalmente porque las personas con este síndrome tienden a ocultar su comportamiento y evitan la búsqueda de un tratamiento, debido a la vergüenza que les produce reconocer la naturaleza de sus actos o a la creencia de que su problema no tiene ninguna solución.
El acto de arrancarse el pelo suele aparecer en la adolescencia, que es cuando se produce el crecimiento del mismo, por lo que es poco frecuente que dicho trastorno se inicie en la etapa infantil.
El curso del trastorno, cuando no recibe tratamiento, es crónico y fluctuante, por lo que es de extrema importancia realizar un correcto diagnóstico y aplicar un tratamiento lo antes posible.
Etiología del Síndrome de Rapunzel
La realidad es que no se conocen las causas exactas de la tricofagia, pero sabemos que deriva de la tricotilomanía y que, en este caso, es multicausal.
El acto de arrancarse el pelo puede venir precedido por un lado, por sintomatología ansiosa o un estado de tensión previo al acto y puede conducir al placer o a la sensación de alivio tras el mismo; aunque también puede ocurrir por aburrimiento, por lo que muchas personas sí son conscientes de su conducta, pero otras lo hacen de manera automática. Por otro, puede ser consecuencia de un gran malestar psicológico derivado de maltrato o situaciones de gran impacto emocional.
La mayoría de las personas que presentan tricotilomanía junto con tricofagia tienen otras conductas relacionadas con el cuerpo, como morderse las uñas o pellizcarse la piel.
Consecuencias físicas y psicológicas de la tricofagia
Aunque el origen de la tricofagia es incierto, si se conocen las consecuencias que puede tener, tanto a nivel físico como emocional, y pueden resultar, sobretodo en el primer caso, de elevada gravedad e incluso, llevar a la muerte.
Para empezar, las personas con tricotilomanía y tricofagia pueden presentar lesiones cutáneas en las zonas en las que se han arrancado el pelo, lesiones dentales (por arrancarlo con los dientes) e incluso pueden aparecer lesiones musculo-esqueléticas (dolor de espalda, hombros y cuello).
Pero además, al formarse el tricobezoar en el estómago y los intestinos, cuando éste alcanza una forma de gran tamaño puede obstruir las paredes intestinales y aparecer síntomas como:
- Náuseas y vómitos
- Dolor de estómago
- Tensión abdominal
- Pérdida de peso
- Sangrado intestinal
- Anemia
- Obstrucción intestinal e incluso, perforación del mismo
- Estreñimiento o diarrea
También hay consecuencias funcionales importantes, ya que se ha asociado a angustia, limitaciones sociales y laborales.
Comorbilidad del trastorno
La tricofagia suele acompañarse de otros trastornos mentales, sobretodo aparece en personas con trastorno depresivo mayor y trastorno de excoriación.
En personas con dicho síndrome se han encontrado, de forma habitual, una baja autoestima, tendencia a las adicciones y a trastornos de la alimentación, así como problemas de personalidad y presencia de autolesiones.
La importancia de un diagnóstico temprano para aplicar un tratamiento efectivo
Como se ha señalado anteriormente, el diagnóstico de la tricotilomanía y la tricofagia es complejo, por diversos motivos. La sintomatología que presentan los pacientes genera un gran malestar, que es lo que les lleva a solicitar un tratamiento médico, por lo que el trastorno se detecta con pruebas médicas en las que se puede ver el tricobezoar.
Como el diagnóstico no suele ser tan temprano como debería, muchas veces las consecuencias a nivel físico son graves y, por tanto, se procede a la realización de una cirugía quirúrgica. La solución quirúrgica se lleva a cabo cuando el tricobezoar es demasiado grande y compacto o cuando existen complicaciones a nivel de perforación, obstrucción y hemorragia intestinal, tal y como ocurre en el Síndrome de Rapunzel. Hay que tener en cuenta que la intervención tiene asociado un 5% de mortalidad y que la recurrencia oscila entre el 14-20%, especialmente en aquellos pacientes que presentan comorbilidad psiquiátrica.
Por ello, se recomienda hacer un seguimiento psiquiátrico y es recomendable hacer un abordaje terapeútico, para intervenir en aquellos síntomas emocionales y psicológicos asociados al trastorno.
La terapia psicológica que más eficacia ha demostrado en diversas investigaciones es la terapia cognitivo-conductual. Se utilizan diferentes técnicas dirigidas, por un lado, a reducir la activación simpática que presentan muchos de los pacientes con esta problemática y por otro, a la disminución y la eliminación de la conducta problema, en este caso, arrancarse el cabello para después, comérselo.
Entre las variadas técnicas de las terapias cognitivo-conductuales, las más utilizadas en dicho trastorno son:
- Entrenamiento en relajación muscular progresiva de Jacobson
- Inversión del hábito, cuya idea principal sería que el paciente tome autoconciencia de su conducta cada vez que la realiza, y la interrumpa con una respuesta que es incompatible con la disfuncional (es decir, se fomenta la toma de conciencia del acto de arrancarse el pelo y comérselo, y se implementan respuestas incompatibles, como por ejemplo, apretar el puño cuando se vaya a estirar del pelo).
- Reestructuración cognitiva para modificar las creencias subyacentes y por ende los pensamientos negativos asociados a la conducta.
- Autoinstrucciones para controlar la conducta.
- Autorrefuerzo
- Exposición con prevención de respuesta en imaginación y en vivo a las situaciones que les provocan la conducta disfuncional, pero sin realizar dicha conducta.
Conclusión
La tricotilomanía con tricofagia se origina a partir de comportamientos impulsivos y compulsivos que se originan, la mayoría de las veces, como respuesta a situaciones estresantes para el paciente.
Conlleva tanto daños a nivel físico como emocional, incluyendo graves problemas de obstrucción intestinal que solo pueden solucionarse mediante una intervención quirúrgica.
Por todo lo mencionado, es esencial hacer un correcto diagnóstico y un buen abordaje terapéutico, de cara a reducir la sintomatología que provoca dicho trastorno y trabajar sobre el mismo para eliminar las conductas desadaptativas que conlleva.
Si presentas este tipo de sintomatología, sientes malestar o crees que puede estar interfiriendo en tu día a día, puedes acudir al Centro de Psicología Canvis para recibir una terapia adecuada a tu problemática; en Canvis pueden ayudarte a sentirte mejor.
Grand Army, la serie de Netflix que refleja cómo puede manifestarse a nivel físico el dolor emocional
Para terminar este artículo, desde Canvis queremos recomendar Grand Army, una serie en la que se refleja cómo una situación de gran impacto emocional provoca que una joven adolescente, con una vida corriente, acabe desarrollando tricotilomanía.
Bibliografía
García-Rodríguez, A. M., Sánchez-Velasco, M. J., Lobo-Valentín, R. M., & Vargas-Aragón, M. A. (2022). «Doctora, yo como pelo». Tricotilomanía con tricofagia. Revista Clínica de Medicina de Familia, 15(3), 171-174.
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Pinilla, R. O., Vicente, M. L., González, M., Vicente, A. A., & Pinilla, M. E. (2016). Tricobezoar gástrico, revisión de la bibliografía y reporte de un caso. Revista Colombiana de Cirugía, 31(1), 44-49.
Piquero-Casals, J., Rotta-Higuera, L., Piquero-Casals, V., Hernández-Pérez, R., & Piquero-Martín, J. (2007). Tricotilomanía: Presentación de tres casos y revisión de pruebas diagnósticas. Investigación Clínica, 48(3), 359-366.
Sarmiento, T., Guillen, V., & Sánchez, J. M. (2016). El tratamiento psicológico de la tricotilomanía: Un estudio de caso. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 21(1), 57-66
Graduada en la Universidad Complutense de Madrid
Máster en Psicología General Sanitaria UNIR